¿La testosterona rejuvenece a los hombres? Entérate aquí sobre cómo esta hormona podría cambiar tu vida.
Al cumplir 41 años, Manuel Zapata, profesor universitario, quien siempre consideró llevar un estilo de vida saludable, empezó a experimentar lo que él llamó “la crisis de la edad”. Siempre tuvo muy buena salud y rara vez se enfermaba. No fumaba, ocasionalmente bebía alcohol y cuidaba su alimentación. Dos veces por semana jugaba tenis y disfrutaba salir a correr al bosque. Entonces ¿por qué se sentía tan cansado e irritado?
Al principio, a Manuel le costaba trabajo concentrarse al preparar su cátedra o al leer. “En clase me enojaba con facilidad y constantemente estaba somnoliento”, cuenta. El cansancio también ocasionó estragos en su vida sexual. Todo esto le preocupaba y hasta llegó a deprimirse. Finalmente, decidió visitar al médico familiar pensando que lo que le recetaría sería una buena dosis de vitaminas. Tras una revisión general, la recomendación fue visitar a un especialista. “Mi doctor me mandó con el urólogo, quien me explicó que el cansancio se debía a la testosterona”, recuerda.
Para detectar los niveles de testosterona de Manuel, le realizaron un sencillo análisis de sangre. El resultado fue niveles bajos de esta hormona, así que el mejor tratamiento fue la terapia de reemplazo hormonal, que consiste en suministrar una dosis de testosterona inyectable, cada 21 días, para compensar la falta de hormona en el organismo de Manuel.
En poco tiempo su estado de ánimo mejoró, perdió peso y su actividad sexual se reactivó. La respuesta al Tratamiento de Reemplazo de Testosterona (TRT, por sus siglas en inglés) “la mayoría de las veces es maravillosa, mejoran los síntomas y corrige las alteraciones bioquímicas, con reducción en la grasa visceral y los lípidos séricos, lo que permite recuperar la sensación de bienestar”, asegura el doctor Vicente García Pérez, presidente del Colegio Mexicano de Urología Nacional, A. C.
Los niveles de testosterona disminuyen normalmente con la edad, al presentarse lo que podría llamarse andropausia (equivalente a la menopausia en las mujeres) o bien enfermedades que afecten la producción de la hormona a nivel de testículos o de glándulas suprarrenales. Se le conoce como Síndrome de Testosterona Baja o Deficiencia Androgénica en el Adulto Mayor. El hombre tiene al inicio de su vida aproximadamente 700 millones de células productoras de testosterona, a partir de los 20 años pierde seis millones al año y al llegar a los 30 años, los niveles de testosterona comienzan a caer aproximadamente 10 por ciento por década, indican fuentes del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Las manifestaciones más comunes son cansancio, irritabilidad, sudoración excesiva, trastornos del sueño, piel reseca, pérdida de la libido e incremento de la grasa corporal. En México, de los casi 16 millones de hombres mayores de 50 años de edad, el 15 por ciento presenta algunos de estos síntomas. Los factores que pueden contribuir a la aceleración de este padecimiento son estrés, alcohol, cirugías, medicinas, obesidad e infecciones, pero, sobre todo, la edad.
El doctor Héctor Eduardo Meza Vázquez, jefe de la Sección de Andrología del Servicio de Urología de la Unidad Médica de Alta Especialidad del Hospital de Especialidades del Centro Médico Nacional Siglo XXI del IMSS, dice que cuando los hombres llegan a los 50 años, a diferencia de las mujeres, no tienen signos claros, como el cese de la menstruación, para marcar dicha transición. Ambos, sin embargo, están caracterizados por una caída en los niveles hormonales.
Al menguar la testosterona, disminuye la masa muscular, aumenta la grasa corporal, la agilidad física decrece y hay riesgo de osteoporosis y padecimientos cardiovasculares. También aumenta la posibilidad de desa-rrollar diabetes tipo 2 y Alzheimer. Indirectamente también se asocia a la disfunción eréctil y la depresión. Pero Manuel y millones de hombres de 40 años o más, tienen una esperanza. Investigaciones recientes sugieren que, en ciertos casos, el reemplazo de los niveles de testosterona puede prevenir estos problemas.
Consulta el artículo completo en Selecciones, mayo 2010
Karla Hernández Ordoñez/Foto: Jupiter