Imagina un mundo donde reducir el estrés, combatir la soledad y reconectar con la felicidad fuera tan simple como sacar un UNO de la gaveta o organizar una tarde de juegos de mesa. Esto no es fantasía: “The Shape of Play”, el estudio global de Mattel con datos de 33,000 personas en 7 países, confirma que el juego es el superpoder humano que trasciende generaciones.
Para desarrollar este estudio, el equipo de Global Consumer Insights de Mattel trabajó en colaboración con MADO, un estudio boutique de estrategia e investigación. Y aquí está la revelación: el 94% de los adultos asegura que jugar no es solo para niños.
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El juego como medicina social
En un contexto donde el 87% de los encuestados asocia el juego con la reducción del aislamiento, Chris Down, Vicepresidente de Diseño de Mattel, lo define como “un antídoto contra la desconexión moderna”. Los hallazgos son contundentes:
- 85% lo considera esencial en la vida diaria.
- 81% cree que mejora la salud global.
- 70% de los adultos aún se sienten “en parte niños”, pero 1 de cada 3 no juega lo suficiente por falta de tiempo o seguridad.
¿La razón? La neurociencia respalda que actividades lúdicas —desde armar rompecabezas hasta coleccionar figuras— activan zonas cerebrales vinculadas a la empatía y la resiliencia, según estudios citados por Mattel.
Los 4 pilares del juego adulto
El estudio identifica motivaciones clave:
- Expresión y experimentación: Pintar, cocinar o tocar un instrumento cuentan como juego.
- Evasión y bienestar: El 62% usa videojuegos para relajarse.
- Fortalecer vínculos: Juegos de mesa en familia o amigos profundizan conexiones.
- Crecimiento personal: El 70% genera ideas creativas al jugar.
Juguetes físicos: más relevantes que nunca
Aunque vivimos en la era digital, el 81% prefiere juguetes tangibles. Mattel destaca que manipular objetos —como muñecos o legos— estimula el procesamiento social, incluso en adultos. Ejemplo: coleccionistas de Barbie o Hot Wheels reportan mayor satisfacción emocional.
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¿Cómo integrar el juego después de los 30?
- “Microjuegos”: 10 minutos diarios de sudokus o crucigramas.
- Reuniones lúdicas: Sustituir el café por partidas de Jenga.
- Voluntariado: Enseñar juegos tradicionales a niños en comunidades.
Testimonio destacado: “Jugar dominó con mi papá los domingos me devuelve la alegría que perdí en la oficina” — Roberto G., 52 años (entrevistado en el estudio).
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Conclusión: Un llamado a jugar sin culpa
“The Shape of Play” no es solo un estudio: es un manifiesto para recuperar la ligereza perdida. Como afirma Down: “El juego es el lenguaje universal que nos une, sin importar la edad”.
Mattel lo tiene claro: después de 80 años creando juguetes, ahora demuestra que el juego es un superpoder para la vida adulta. ¿Ya sabes cuál es tu estilo de juego? Descúbrelo aquí.