Con el calor del verano, la deshidratación es un riesgo real y muchas veces se confunde con el hambre. Aprende a identificar las señales de alerta, descubre qué alimentos te hidratan y qué bebidas evitar, y conoce por qué tu cerebro puede jugarte una mala pasada cuando no tomas suficiente agua.
El calor puede engañarte: deshidratación vs. hambre
Con la llegada del verano y las altas temperaturas, mantenerse hidratado es esencial para cuidar la salud. Uno de los problemas más comunes es la deshidratación, que no solo afecta el bienestar físico, sino que puede confundirse fácilmente con el hambre, haciendo que comas cuando en realidad necesitas agua.
¿Por qué confundimos la sed con el hambre?
Nuestro cerebro, específicamente el hipotálamo, regula tanto el apetito como la sed. Por eso, en situaciones de deshidratación, es común que sintamos la necesidad de comer en lugar de beber agua. Según la nutricionista Obón-Santacana, este error en la señal se debe a la activación de los centros de recompensa del cerebro, como el núcleo accumbens, que modulan el deseo, no la necesidad real.
Señales de que podrías estar deshidratado
Atiende estas señales para actuar a tiempo:
- Sed intensa: Si sientes sed, ya podrías estar deshidratado. Observa el color de la orina: si no es clara, necesitas más líquidos.
- Estreñimiento, fatiga o dolor de cabeza: Síntomas frecuentes de una deshidratación moderada o severa.
- Calambres musculares: Especialmente si haces ejercicio.
- Mareos al levantarte: Más frecuente en personas con presión baja.
Agua, infusiones y alimentos con alto contenido en agua
Beber entre 1.5 y 2 litros de agua al día es la recomendación general, pero también puedes hidratarte a través de alimentos y otras bebidas:
Las mejores bebidas para el verano
- Agua: La reina de la hidratación.
- Infusiones frías o tés helados: Hidratantes y bajos en calorías.
- Evita el exceso de café o bebidas comerciales como frappés: Son diuréticos y pueden aumentar la deshidratación.
Alimentos con más del 90% de agua:
- Frutas: Sandía, melón, fresas.
- Verduras: Lechuga, pepino, tomate.
- Sopas frías: Gazpacho, salmorejo o cremas vegetales frías.
Ideas nutritivas para refrescarte este verano
¿No quieres solo beber agua? Aquí algunas ideas saludables y deliciosas para mantenerte hidratado:
- Gazpacho andaluz clásico: tomate, pepino, pimiento, ajo y aceite de oliva.
- Sopa fría de melón con menta: dulce, refrescante y perfecta como entrada.
- Cremas frías de calabaza o zanahoria: nutritivas y ligeras.
- Batidos de frutas con agua o leche vegetal: mezcla sandía, menta y limón para una bebida energizante.
Conclusión
En verano, escucha a tu cuerpo. Si tienes hambre, pregúntate antes si has bebido suficiente agua. Una buena hidratación no solo previene malestares como el cansancio o los mareos, también te ayuda a mantener una alimentación más equilibrada y consciente. La hidratación inteligente empieza con hábitos diarios: agua a la vista, frutas frescas al alcance y recetas ligeras que cuiden de tu cuerpo… y de tu mente.