Los padrastros son pequeños pero pueden causar un gran malestar. Aprende por qué aparecen, cómo tratarlos y cuándo acudir al médico de acuerdo a Harvard Health Publishing.
Un padrastro es un pequeño fragmento de piel que se despega del borde de la uña. A pesar de lo que sugiere su nombre, no forma parte de la uña, sino que se trata de un desgarro en la piel que rodea la cutícula. Aunque generalmente son inofensivos, pueden llegar a causar dolor, enrojecimiento o infección si no se tratan correctamente.
Este problema suele originarse por sequedad extrema, exposición a productos químicos, lavado excesivo de manos, bajas temperaturas o malos hábitos como morderse las uñas. También son comunes en personas con las manos frecuentemente en el agua o con piel sensible.
Los padrastros pueden ser molestos desde su aparición. Entre los síntomas más frecuentes destacan:
Dolor al tocar la zona afectada.
Irritación o enrojecimiento.
Sensibilidad alrededor de la uña.
En casos graves, inflamación y secreción de pus.
Tratar un padrastro a tiempo puede evitar complicaciones como infecciones. Aquí te explicamos paso a paso cómo eliminarlo de manera segura:
Llena un recipiente con agua tibia y un poco de jabón suave. Remoja los dedos durante 10 minutos para suavizar la piel. Este paso facilita el corte del padrastro sin causar desgarros.
Utiliza un cortaúñas desinfectado o unas tijeras pequeñas. Recorta el padrastro tan cerca de la base como sea posible, sin jalarlo ni arrancarlo. Esto evita que el desgarro se extienda.
Una vez retirado, hidrata bien la zona con una crema sin perfume o un poco de vaselina. También puedes aplicar una pomada antibiótica de venta libre si ves signos de irritación.
Si el área está sensible o sangra ligeramente, cúbrela con una curita o vendaje adhesivo para prevenir infecciones mientras cicatriza.
La clave para evitar los padrastros es mantener la piel alrededor de las uñas bien hidratada y protegida. Aquí te damos algunas recomendaciones prácticas:
Usa una crema de manos sin fragancia, especialmente después de lavarlas. Los aceites para cutículas también son efectivos para mantener la elasticidad de la piel.
Este hábito daña la piel de alrededor y puede provocar pequeños cortes que se convierten en padrastros o en infecciones dolorosas.
Protege tus manos del agua y productos de limpieza utilizando guantes impermeables. También puedes usar guantes de algodón debajo para mayor comodidad.
Recorta tus uñas de forma recta y usa una lima para suavizar bordes ásperos. No utilices las uñas como herramientas para evitar desgarros en la piel.
Aunque la mayoría de los padrastros no requieren atención médica, debes estar atento a signos de infección. Si notas alguno de estos síntomas, consulta con un profesional de salud:
Enrojecimiento e hinchazón persistente
Dolor intenso o pulsátil
Calor en la zona afectada
Presencia de pus (amarillo o blanco)
Fiebre o malestar general
Una infección por padrastro puede evolucionar a paroniquia aguda, una inflamación de la piel que rodea la uña y que, si no se trata, puede extenderse y requerir antibióticos o incluso drenaje quirúrgico.
Los padrastros son un problema común, pero fácilmente prevenible. Mantener la piel hidratada, proteger las manos y seguir hábitos de higiene adecuados son las mejores formas de evitarlos. Si ya tienes uno, actúa con cuidado y evita arrancarlo. Y si hay signos de infección, no dudes en buscar atención médica.
Tu salud comienza por las manos: protégelas todos los días.