¿Todavía crees estas mentiras que te decían en tu niñez?
Muchos de la información con la que crecimos, la aprendimos directamente de personas cercanas a nosotros, pero cuántos de estos mitos eran reales.
Muchos de la información con la que crecimos, la aprendimos directamente de personas cercanas a nosotros, pero cuántos de estos mitos eran reales.
El estómago tiene la función de descomponer los alimentos, eso incluye la pegajosa goma de mascar.
Las comidas difíciles pueden durar más tiempo, pero al final serán expulsadas de nuestro organismo.
En el sitio de la Mayo Clinic, el Dr. Michael F. Picco menciona que las grandes cantidades de goma de mascar no son buenas para el organismo, y en ocasiones muy poco frecuentes, esta podría obstruir los intestinos.
La revista Scientific American consultó al Dr. Lee Duffner de la American Academy of Ophthalmology al respecto, este indicó que mirar televisión desde una distancia cercana “no ocasiona ningún daño físico a la vista”.
Ver la televisión durante periodos prolongados, sobre todo de cerca o desde un ángulo extraño, puede ocasionar fatiga ocular, lo que por fortuna puede remediarse con una buena noche de descanso.
Se ha culpado al azúcar de provocar euforia en la infancia, la ciencia moderna menciona que no existe el “subidón de azúcar”.
Durante la década de los noventa, el Dr. Mark Wolraich, jefe de pediatría del desarrollo conductual del Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Oklahoma , llevó a cabo una investigación sobre el efecto del azúcar en los niños.
El profesional llegó a la conclusión de que el azúcar no afecta la manera en la que estos actúan.
La energía sin límites que se genera cuando se consumen grandes cantidades de azúcar, como en las fiestas, guarda mayor relación con la excitación que con el azúcar.
Investigadores señalan que el sonido que escuchas cuando te truenas los nudillos no significa que se estén dañando tus articulaciones.
De acuerdo con varios estudios, se ha determinado que sin importar con que frecuencia una persona suene sus nudillos, o cualquier otra articulación, no corre un riesgo de padecer artritis que aquellos que jamás lo hacen.
No existe ninguna evidencia que sugiera que hacer ejercicio después de comer hará que sufras calambres.
De hecho, los nadadores de resistencia suelen ingerir alimentos durante una carrera para conservar la energía durante largas distancias.
Expertos del sueño mencionan que despertar a alguien que sufre de sonambulismo podría ocasionar que este se sobresalte o se agite, pero no hasta el punto tal de ocasionarle daños.
En lugar de despertarlos, lo que puedes hacer es guiarlos cuidadosamente de regreso hacia su cama.
Esto es falso, el neurólogo Barry Gordon, de la Escuela de Medicina de la Universidad John Hopkins, sostiene que esta teoría es irrisoria.
Gordon señala que si bien en determinados momentos –como cuando estamos en reposo y pensando– podríamos estar usando solo una pequeña porción del poder de nuestro cerebro, básicamente usamos todas las regiones de este casi todo el tiempo.
De acuerdo con Live Science, estos animales son daltónicos y no se sienten atraídos, ni enfurecidos por ningún color en particular.
La creencia de que se sienten atraídos hacia el rojo también fue echada por tierra en un episodio del 2007 en la serie Los cazadores de mitos.
Los atrae el movimiento, la capa ondeante es lo que los hace embestir al torero, y el motivo por el cual esta es de color rojo es ayudar a ocultar la sangre del animal durante el encierro.
De acuerdo con la dermatóloga Ava Shamban, existe escasa evidencia de que el chocolate u otros alimentos grasosos ocasionen acné.
Sin embargo, varios estudios sobre el tema, que datan de 1969, han dado lugar a conclusiones variadas, ya que algunos parecieron hallar una conexión entre el chocolate y las espinillas, y otros no determinaron la relación.
Los investigadores señalan que es más probable que los otros ingredientes de la barra de chocolate, como la leche o el azúcar, hayan contribuido al aumento de las erupciones en algunos estudios.