¿Todo empieza con una mirada? La importancia del contacto visual
La mirada impacta, funciona como un regulador en la escucha y como un poderoso intensificador emocional. Conoce más sobre el contacto visual.
¿El amor a primera vista existe? Aunque hay diversos estudios que nos llevan a diferentes conclusiones al respecto, lo cierto es que el sentido de la vista es muy importante para el proceso del enamoramiento.
Cuando hablamos de este sentido, nos referimos al sentido humano dominante, ya que recopila el 80 por ciento de la información del entorno, según datos de ACUVUE, marca especializada en la visión.
Mantener el contacto visual con la persona que nos atrae o con nuestra pareja crea un estado de calma y conexión que, después de 30 a 60 segundos, desencadena la producción de sustancias químicas en el cerebro. Se produce la feniletilamina, que está asociada con el amor.
Este químico libera además dopamina, conocida como la hormona del placer, y norepinefrina, conocida como la hormona de lucha o huida; ambas están relacionadas con sentimientos de amor y emoción.
No solamente se trata de sustancias químicas producidas en nuestro cerebro. Involucrarnos con otro ser mediante el contacto visual crea una conexión a través de la cual podemos conocer a alguien.
“El sentido de la vista puede ser impresionante, podemos mirar a alguien y recopilar todo tipo de información sobre sus sentimientos, salud, felicidad o infelicidad”, cuenta el optometrista Luis Villar.
Mirar directamente a la otra persona solo el 30 por ciento de la conversación tiene un impacto significativo en su memoria.
El impacto del contacto visual es tan poderoso porque es instintivo y está conectado con los primeros patrones de supervivencia humana.
A través de la mirada monitoreamos inconscientemente diferentes gestos como los ojos muy abiertos que denotan sorpresa y los entrecerrados de sospecha o disgusto.
Nuestras pupilas también hablan; si están dilatadas indican atracción. Y los párpados hacen lo suyo: un exceso de parpadeo indica estrés, mientras que un movimiento ocular rápido denota incomodidad o actitud defensiva. Conoce 6 formas en las que forzas la vista y no te das cuenta.
Existen infinidad de tipos de miradas, cada una con su propio significado. Aunque el significado de la mirada depende de diversos factores, existen diferencias.
Están las miradas profundas y prolongadas que indican que el orador está atento a lo que dice y a sus acciones, y las esquivas, es decir, cuando la gente evita el contacto visual porque se siente amenazada, asustada o avergonzada.
Los ojos también expresan emociones mediante guiños o parpadeos. Guiñar denota, por ejemplo, complicidad o una broma. El parpadeo también dice mucho.
Aunque es un acto natural (entre seis y ocho parpadeos por minuto significa que todo está bien) parpadear excesivamente suele ser por nerviosismo, preocupación, vergüenza o, incluso, atracción por el interlocutor.
Curiosamente, no sostener la mirada puede significar refrescar el interés de la conversación.
Por supuesto que las mirada se adecuan a las situaciones. El contacto visual de un candidato con su entrevistador es crucial para que se quede o no con el empleo.
Y no solo por lo que el postulante comunica, sino porque le permite analizar las reacciones de sus interlocutores a lo largo de la entrevista. Un contacto visual adecuado permite captar si el reclutador está interesado, se está impacientando o no comprende.
Practica
Existen personas a las que su timidez les impide mirar a los ojos. En estos casos la recomendación es no rendirse, pues con la práctica se logrará hacerlo de forma natural, lo cual le ayudará a comunicarse con mayor eficacia.
Fuera de este ámbito, lo más recomendable es establecer contacto visual desde el principio, o al menos mire a su interlocutor de forma respetuosa y cordial. Una sonrisa cálida, acompañada de una mirada que irradia gozo, resulta muy atractiva.