¿Trabajar para vivir o vivir para trabajar? El debate que crece en México
El verdadero lujo en 2025 es tener tiempo, salud y vínculos significativos
¿Trabajar para vivir o vivir para trabajar? Esta no es solo una pregunta retórica ni una frase motivacional de oficina: en México, se ha convertido en un dilema real que enfrenta a millones de trabajadores. Con jornadas que superan las 48 horas semanales, un alto índice de estrés laboral y una creciente insatisfacción con el estilo de vida, muchos se cuestionan si vale la pena seguir sacrificando la salud, la familia y el bienestar personal en nombre de la productividad.
Según datos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), los trastornos por ansiedad relacionados con el trabajo han aumentado considerablemente en la última década. Al mismo tiempo, encuestas como las realizadas por OCC Mundial y el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) revelan que más del 60 % de los empleados se sienten agotados y desconectados emocionalmente de sus funciones.
México se encuentra inmerso en una profunda transformación laboral, donde la jornada de trabajo ya no ocupa el centro de nuestras vidas, sino que se concibe como una herramienta que debe adaptarse a nuestras necesidades. De acuerdo con un estudio de WeWork México (2024), un abrumador 93% de los profesionales en el país se inclina por modelos laborales flexibles, tales como el trabajo híbrido o remoto. Más allá de la comodidad que ofrecen, lo que está en juego aquí es el bienestar integral: la salud mental, la convivencia familiar y la calidad de vida.
Este cambio de paradigma se acentúa en un contexto pospandemia, donde el 60% de los trabajadores mexicanos afirma valorar más la salud y las relaciones personales que los ascensos o los ingresos, de acuerdo con el Foro Económico Mundial (2025). Sin embargo, este deseo contrasta con una realidad preocupante: solo el 26% de las empresas globales considera prioritaria la flexibilidad.
Los beneficios del modelo híbrido son contundentes. El 75% de los trabajadores mexicanos reporta mejor salud mental, y el 79% de madres y padres afirma que puede involucrarse activamente en la crianza de sus hijos gracias a esta modalidad (WeWork, 2024). Este estilo de trabajo también combate el sedentarismo, reduce el síndrome de burnout y previene la fragmentación familiar.
El impacto negativo del modelo tradicional es tangible: México, miembro de la OCDE, trabaja en promedio 2,137 horas al año, pero tiene una de las menores tasas de productividad. Además, en 2024, uno de cada tres divorcios en el país mencionó el exceso de trabajo como una de las causas principales, según cifras del Registro Civil.
Algunas compañías ya están reaccionando. El estudio de arquitectura Tatiana Bilbao implementó la semana laboral de cuatro días sin reducción de salario, logrando un aumento del 20% en productividad. Empresas como Grupo Modelo y FEMSA financian guarderías cerca de las oficinas para facilitar la conciliación.
El impacto es claro: el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) reporta un 85% menos de rotación laboral en organizaciones que aplican políticas de conciliación.
Como afirma Leydis Castro, directora de WeWork México: “La flexibilidad no es un beneficio, es un derecho. Las empresas que no lo entiendan quedarán obsoletas”. Para los trabajadores, la clave está en negociar con base en resultados, no en presencia. Herramientas como el time-blocking permiten reservar espacios para la familia, el ejercicio y el descanso sin sacrificar la productividad.
Invertir en salud mental, promover días libres de reuniones y medir por objetivos son prácticas urgentes para las empresas que deseen mantenerse relevantes en este nuevo mundo laboral.
En el marco del Día de la Familia, que se celebra el 15 de mayo, la pregunta que más resuena no es “¿cuánto ganas?”, sino “¿para qué vives?”. El verdadero lujo en 2025 es tener tiempo, salud y vínculos significativos. Y ese bienestar empieza por replantear nuestra relación con el trabajo.
“¿De qué sirve un ascenso si no hay nadie en casa para celebrarlo?” — Encuesta IMSS, 2025.
Boletín de Prensa TRENDSÉTERA COMMUNICATIONS