Las discusiones en las relaciones de pareja felices y duraderas existen, esa idea de que una pareja feliz es la que no discute por nada es un mito.
Las personas discuten siempre, no puedes estar siempre de acuerdo con alguien. Lo que diferencia a las relaciones duraderas de las demás es que saben cómo hacer frente a esos momentos.
La consejera de parejas Kari Rusnak compartió en el blog de Psychology Today un par de técnicas del experto John Gottman, que se pueden poner en uso para que las discusiones no pasen a peleas que puedan poner en jaque las relaciones.
Si las discusiones acaban con gritos, enfados y terminan siendo peor que la razón por la que se discutía en primer lugar, puede ser que se produzca por lo que los expertos llaman “inundación emocional”.
Las peleas en una relación pueden parecer el fin del mundo, pero es completamente normal y saludable que una pareja tenga desacuerdos. Estas son las cosas que nunca debes hacer después de una pelea con tu pareja.
Para evitar que esto ocurra, Gottman creó una serie de técnicas para que las parejas aprendieran a discutir, y hay una que se puede poner en práctica en cualquier momento y que puede dar resultados al instante.
Todo se basa en darse algo de tiempo y reflexionar. Cuando una discusión empieza a caldearse, solo es necesario que uno de los dos diga la palabra clave previamente acordada y parar. A partir de ahí hay que seguir estos pasos.
Tomar un tiempo acordado por ambos, puede ser media hora, una hora, lo que haga falta.
En ese tiempo desconectarse de todo, cada uno por su lado. Puedes escuchar música, ver una serie, lo que sea que t distraiga. Lo importante es no darle vueltas a la discusión ni al problema que se estaba tratando.
A la hora que se haya establecido hay que volver al punto de encuentro y, si estás listos para hablar, hacerlo. Si necesitáis más tiempo, puedes decirlo y debes darlo si te lo piden.
Cuando vuelvan a hablar, empieza expresando cómo te siente y lo que necesitas. La clave aquí está en comenzar poco a poco y no volver al punto donde lo dejasté porque eso es lo que se intenta evitar.
De esta forma, más calmados, podrán darse cuenta mejor de cuál es el verdadero problema y articular sus sentimientos y necesidades de una manera más clara y precisa y evitar así conflictos.
Eso sí, es igual de importante escuchar bien y entender lo que te dicen. Si hay algo que no comprendes, pregunta, seguro que tú querrías lo mismo en esa situación.
Fuente: Revista GQ
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