Trucos para mejorar y disfrutar tu vida
Derramaste un líquido sobre tu herramienta de trabajo. No entres en pánico, es algo que tiene solución en la vida. Primero apágala o desconéctala.
Llevar líquidos más allá de las zonas abiertas a todo público es algo imposible en la vida, ¿verdad? Si bien es cierto que a los pasajeros solo se les permite portar hasta 100 mililitros de cualquier bebida, las reglas de la Administración de Seguridad del Transporte permiten trasladar botellas de agua en un solo caso: si se encuentran “completamente congeladas en el momento en que se presentan para la inspección de seguridad”.
Sin embargo, hay un detalle al que se debe prestar mucha atención. “Si los elementos presentados en estado de congelación están parcialmente derretidos, semilíquidos o muestran cualquier atisbo de líquido al fondo del recipiente”, como especifica la norma, es probable que te obliguen a desechar la botella completa.
Existe una razón por la cual se dice que las manzanas son el cepillo dental de la naturaleza: mientras se mastican, los alimentos firmes o crujientes ayudan a acicalar los dientes.
Si sabes que no podrás lavártelos inmediatamente después de ingerir tus alimentos, quizá quieras apartar una de estas frutas para comerla al final. Existen otras opciones, como las zanahorias crudas, el apio y las palomitas de maíz sin mantequilla.
Si notas un olor extraño proveniente de tu molinillo de cuchillas o si tu café tiene un sabor raro, vierte un cuarto de taza de arroz sin cocer en el implemento; actívalo y déjalo funcionando hasta que los granos se conviertan en diminutas partículas.
Cuando deseches el polvo resultante, notarás que un poco de este se quedará pegado a las navajas: esto se debe a que el polvo se adhiere a los aceites que están afectando tu electrodoméstico.
Retira los restos de los granos molidos con un paño húmedo; al hacerlo, eliminarás los residuos grasosos.
¿Todavía no puedes acabarte esa penca? Espera a que las piezas empiecen a ablandarse y mételas al refrigerador. El frío ayudará a conservarlas en su mejor punto durante otra semana.
Dicho lo anterior, no refrigeres esta fruta si aún no ha alcanzado tal estado, pues de esta manera interrumpirás el proceso natural de maduración.
Las moneditas que has ido dejando por aquí y por allá (en los bolsillos, tu alcancía, debajo del sillón) podrían representar una suma considerable. Júntalas y luego cámbialas por un billete en el banco o en una tienda.
Derramaste un líquido sobre tu herramienta de trabajo. No entres en pánico. Primero apágala o desconéctala, asegúrate de que no pase corriente eléctrica. Sécala con una toalla.
Después, ábrela tanto como puedas y ponla bocabajo; así goteará el líquido. Entre más tiempo puedas dejarla en esa posición (hasta 24 horas), mejor.
¿Y aquello de que hay que enterrar el dispositivo en arroz con objeto de absorber la humedad? Con las computadoras “no funciona y, además, podría dañar el sistema”, afirmó Joe Silverman, propietario de la empresa de soporte técnico New York Computer Help, a The New York Times. “Tendrías que retirar el arroz, lo que podría estropear algunos de los componentes”.
¿Buscas una opción para eliminar los olores desagradables sin tener la necesidad de usar un aerosol a diario? Coloca unas cinco gotas de tu aceite esencial favorito en el interior del rollo de cartón del papel higiénico, ¡y listo!
Cada vez que alguien lo haga girar, el movimiento reactivará el aroma agradable, aunque no en exceso. Solo ten cuidado de que el óleo no toque el papel, pues entrará en contacto con, cómo decirlo, ciertas partes sensibles.
Sacar la suciedad del hogar de los peces no es un trabajo agradable. Afortunadamente, solo necesitas cambiar el 10 por ciento del agua cada semana, lo que no te obliga a “mudar” a sus habitantes.
No obstante, deberías limpiar las paredes de la pecera con una esponja o cepillo de dientes —nunca lo hagas con jabón— cada par de semanas y colocar a los nadadores en un tazón separado mientras la friegas.
Si tienes un filtro automático, cambia el contenedor del filtro cada 30 días y limpia la grava con regularidad.