Un estudio de The Economist sugiere que el camino hacia la pérdida de peso puede estar claro para tu cuerpo. Un par de vasos de agua antes de las comidas ayudó a las personas que hacían dieta a perder alrededor de 5 libras más que las que no bebían agua.
Si bien beber agua antes de una comida puede llenar más a una persona, el contenido de su comida también cuenta. ¿Debería una persona seguir una dieta baja en grasas o una dieta baja en carbohidratos? ¿O importa en absoluto? La investigación sugiere que una dieta en realidad no es mejor que la otra.
El Harvard Health Letter concluyó que las dietas bajas en grasas y bajas en carbohidratos empataron en términos de pérdida de peso. Si bien las personas que hicieron dieta baja en carbohidratos mostraron un ligero aumento en el colesterol bueno y una reducción en la presión arterial, no hubo diferencia estadística en la pérdida de peso de las personas que hicieron dieta.
La advertencia aquí es que la persona tenía que apegarse a la dieta. ¿Qué ayuda a una persona a seguir una dieta? ¿Dieta o ejercicio, qué es mejor para bajar de peso?
Podría ser el tipo de cuerpo
Un estudio publicado en el Journal of the American Medical Association realmente profundiza en el debate bajo en grasas/bajo en carbohidratos. Según lo informado por la revista Time, los investigadores descubrieron que la forma del cuerpo es la clave de la dieta que una persona podrá seguir.
Las “manzanas” son personas que llevan la mayor parte de su peso por encima del cinturón, mientras que las “peras” llevan su peso alrededor de las caderas. Los tipos de manzana eran más propensos a ser secretores de insulina alta que respondían más fuertemente a los carbohidratos o azúcares en sus cuerpos. Perdieron más peso con una dieta baja en carbohidratos, tipo Atkins.
Los niveles inestables de insulina pueden crear sensaciones de hambre más fuertes, lo que hace que los tipos de manzana abandonen sus planes de dieta. Las peras eran secretores bajos en insulina que perdieron la misma cantidad de peso en ambas dietas. Todos estos estudios se reducen a elegir la dieta que te ayude a comer menos.
La dieta según el tipo de cuerpo tiene cierto sentido, ya que es más probable que los hombres sean del tipo manzana, con vientres más grandes, y tienden a funcionar bien con dietas ricas en proteínas. Por otro lado, las mujeres, que tienden a llevar el peso alrededor de las caderas, se sienten atraídas por las dietas bajas en grasas.
La realidad es que si una dieta está fallando, prueba con otra. Un plan al que no puedes, o no quieres, ceñirte nunca funcionará, independientemente de lo que diga la investigación.
Tomado de rd.com The Sneaky Way Your Body Shape Could Be Sabotaging Your Health
