¿Tu piel se reseca constantemente? Combátela con estos consejos
Para evitar que tu piel se reseca y puedas mantenerla suave y delicada, a veces necesitas más que un buen humectante.
Los detergentes estándares o suavizantes de telas contienen químicos, perfumes, tintes, cloro, y desinfectantes. Pueden ser geniales para limpiar, quitar el olor, y eliminar manchas, pero también pueden dañar y secar tu piel, especialmente si tu piel es sensible o propensa al eccema.
La Asociación Nacional del Eccema recomienda cambiar a un jabón de lavandería sin fragancia, lo cual tiene cero tintes y fragancias y aún así consigue limpiar.
Seguro, la lana es un gran material para el invierno por su grosor y calidez, pero también es notablemente picoso y más propenso a agravar la piel seca que telas suaves y transpirables como el algodón.
Si necesitas la lana para mantenerte caliente, usa una capa delgada para evitar rozaduras y comezón, ya que ambas incrementarán la resequedad.
Humectar es obviamente la manera más directa de hidratar la piel. “Mientras más humectantes, mejor“ dice el Dr. Jaber. “Aunque podrás tener tu loción humectante favorita, cuando elijas un humectante para tu piel seca, utiliza una crema más gruesa”, dice el Dr. Jaber.
“Las cremas y ungüentos tienen concentraciones de aceite mayores, así que son mucho más efectivas en atrapar la humedad en ambientes secos“. Prepara un elixir reparador para la piel seca.
Beber litros de agua no es la única manera de humectarte por dentro. Trata de comer una dieta rica en grasas saludables. Los aguacates están llenas de grasas monounsaturadas que ayudan a encerrar la humedad y el pescado contiene grasas omega tres, los cuales fortalecen las células de la piel.
Las hojas verdes vienen con ácidos grasos Omega 4, y también contienen folatos que hidratan la piel. El aceite de oliva virgen extra es otra grasa mono saturadas que es increíblemente humectante.
Al igual que los detergentes, algunos jabones corporales contienen un cóctel de químicos y perfumes que pueden secar tu piel. Así que es mejor apegarte a jabones simples que hidratan el cuerpo.
Los jabones antibacteriales y limpiadores que contienen alcohol son increíblemente duros en la piel, así que evita esas variedades si quieres retener los aceites naturales de tu piel. También cambia tu limpiador facial a algo cremoso y ligero.
Muchas personas sufren de eccema y otros problemas de dermatitis durante el otoño e invierno, las cuales son dos de las muchas razones por las cuales te encuentres a ti mismo constantemente queriendo rascarte.
Pero rascar tu piel seca en el invierno sólo lo empeorará, perpetuando un círculo vicioso de incomodidad y resequedad. En lugar de acudir a tus uñas para lidiar con la piel que pica, trata de aplicar una compresa fría para aliviarlo; después unta la zona con un humectante intensivo.
Los largos baños calientes se pueden sentir angelicales cuando hacer frío, pero secan mucho tu piel, según el Dr. Jaber. Él aconseja limitar el tiempo de la regadera a menos de 10 minutos, y utilizar agua tibia en lugar de caliente.
“El agua caliente deshidrata la piel y le quita sus aceites naturales, así que mientras más estás en el agua caliente, más daño verás“, dice el Dr. Jaber.
Guarda esos cepillos corporales, zacates, loofas, cepillos y esponjas, ya que podrían causar irritación e inflamación a la piel ya seca. Al igual que eso, cuando sales de la regadera, no frotes tu piel agresivamente con una toalla; da pequeños golpecitos en la piel para secar con cuidado, y humecta inmediatamente.
Aunque no lo creas, tu salud mental puede impactar los niveles de humedad de tu piel. Un reporte en el 2001 en Archives of Dermatology muestra que durante periodos de estrés, la habilidad de la piel para retener agua se reduce.
También, el estrés puede detonar brotes de psoriasis, eccema y sarpullidos, así que asegúrate de continuar participando en actividades relajantes—ya sea que medites, hagas yoga, tejas bufandas o leas un buen libro.
Tomado de rd.com 10 Surprisingly Helpful Tricks to Fight Dry Skin this Fall and Winter