Tumor cerebral: síntomas que podrían alertarte de uno
Los signos y síntomas de un tumor cerebral se parecen mucho a otras dolencias cotidianas, desde dolores de cabeza hasta fatiga o somnolencia.
Los tumores y cánceres actualmente suponen una de las principales causas de mortalidad en el mundo. Sobretodo los originados en el sistema nervioso central y, concretamente en el encéfalo, representan algunos de los más temidos por la dificultad de su tratamiento y la importante limitación física que pueden ocasionar.
Un tumor cerebral es una masa o bulto de células anormales que se localiza en esa parte del cuerpo. Algunas de ellas pueden ser benignas y otras malignas, es decir, cancerosas, precisa el instituto de investigación Mayo Clinic.
Los tumores cancerosos se pueden originar en el cerebro y en este caso se les conoce como primarios o es posible que la enfermedad se genere en otra parte del cuerpo y luego se extienda hasta el cerebro y en este caso se conocen como secundarios o metastásicos.
Entre la sintomatología más habitual hay:
Es el síntoma más frecuente que se produce durante el desarrollo de un tumor cerebral. Esta presente en el 60% de los casos, debido a la hipertensión intracraneal que se desarrolla por el efecto de presión directa producida por el tumor o bien por la aparición de hidrocefalia. Suele tratarse de un dolor que afecta a toda la cabeza y en ambos lados y suele ser peor al estar tumbados. En un 40% de los casos puede ir acompañado de vómitos.
Es importante remarcar que, aunque más de la mitad de los casos de tumor cerebral presenten cefalea, menos de un 5% de los dolores de cabeza son debidos a la existencia de tumores cerebrales, por lo que ante la aparición de dolores de cabeza leves o moderados difícilmente vendrán relacionados con este tipo de patología, y en especial si presentan alivio significativo con fármacos convencionales como el paracetamol o el ibuprofeno.
Pueden presentarse en forma de las conocidas convulsiones, o de forma más sutil como movimientos repetitivos e incontrolados, o incluso solamente como unos segundos o minutos en que el paciente se halla como ausente y suele asociarse a movimiento de chupeteo de los labios.
Se dan con relativa frecuencia la fatiga, la somnolencia excesiva y los trastornos de memoria. Se cumple de nuevo la estadística que indica que solo un pequeño porcentaje de personas que presenten estos síntomas tendrán patología tumoral como causa de los mismos.
Los problemas funcionales que pueden ocasionar los tumores dependerán del área del cerebro donde se estén produciendo. Por ejemplo, si se da crecimiento tumoral en la región prefrontal del cerebro son más probables los trastornos de la personalidad y de la conducta; si se dan en la parte posterior del lóbulo frontal hay mayor probabilidad de pérdida de la fuerza en alguna extremidad; en la región parietal se pueden originar problemas sensitivos o de tipo de alteración de capacidades de cálculo o escribir.
En el lóbulo temporal se pueden dar alteraciones auditivas, y tanto en el temporal como en el occipital puede haber alteraciones visuales. Una afectación del cerebelo puede ocasionar alteraciones de la coordinación y del equilibrio.
Si el desarrollo del tumor se da en el hemisferio cerebral dominante, puede determinar la posibilidad de aparición de trastornos del lenguaje (afasias). Estos pueden ser de expresión, en las que el paciente sabe lo que quiere decir, pero es incapaz de encontrar las palabras correctas, solo puede emitir sonidos o sílabas repetitivas e incoherentes, o de comprensión, en el que se afecta la capacidad de comprensión del lenguaje oral, pero no la comprensión de señales, signos o lenguaje escrito.
Ante la aparición de síntomas de evolución lenta que hagan surgir la duda sobre si se trata de un proceso no banal se recomienda consultar con el médico de cabecera para evaluar el problema.