Salud
“Tuve una enfermedad pulmonar por vapear y casi muero”
Por vapear esta joven mujer sufrió una enfermedad pulmonar con signos a veces silenciosos y consecuencias potencialmente mortales.
Por vapear esta joven mujer sufrió una enfermedad pulmonar con signos a veces silenciosos y consecuencias potencialmente mortales.
En febrero de 2020, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades emitieron una advertencia sobre brotes de “lesiones pulmonares por cigarrillos electrónicos o vapeo” (a menudo abreviado como “EVALI”) después de que las salas de emergencia de todo el país comenzaran a informar sobre esta enfermedad.
Los CDC informaron que EVALI se caracteriza por síntomas respiratorios, que incluyen tos, dificultad para respirar o dolor en el pecho; síntomas gastrointestinales, que incluyen náuseas, vómitos, dolor de estómago o diarrea; y otros síntomas, como fiebre, escalofríos o pérdida de peso.
EVALI puede ser bastante grave y causar lesiones pulmonares permanentes… y, en algunos casos, la muerte.
Si vapeas y experimentas alguno de estos síntomas, busca tratamiento médico de inmediato. Aquí, Lucy, una estudiante de 21 años de Rochester, NY, comparte su aterradora experiencia con EVALI.
En enero de 2021, era un estudiante universitaria normal, saludable y activa que amaba la música punk, las hamburguesas de Bob y el aro hula hula (sí, el que giras alrededor de tu cuerpo).
Un mes después, ese febrero, me encontré en el hospital con una infección pulmonar severa, luchando por respirar. ¿El culpable? Un vaporizador normal, perfectamente legal que me hizo contraer una enfermedad de la que nunca había oído hablar, y mucho menos sabía que podría ser una complicación del vapeo.
Estaba descansando en mi apartamento el domingo 21 de febrero cuando desarrollé un fuerte dolor de cabeza que empeoró al día siguiente. Entonces noté que tenía fiebre y comencé a vomitar, así que fui al centro de salud estudiantil.
El personal me envió a casa con medicamentos contra las náuseas y acetaminofén (el nombre genérico de Tylenol), pero no parecían ayudar.
Ese miércoles, solo dos días después de mi visita original, volví a ver a las enfermeras de la universidad porque vomitaba cada tres horas y luego tenía arcadas secas cuando ya no me quedaba nada en el estómago.
Fue en ese momento que comencé a tener problemas para respirar. Mientras tanto, todavía tenía fiebre de 38.61 grados o más y vomitaba todo el día y toda la noche. Incluso levantarme para ir al baño me hizo jadear por aire.
Para el jueves por la noche, el simple hecho de darme vuelta en la cama me dejó sin aliento. El viernes volví al centro de salud estudiantil. Entré sollozando porque la caminata de cinco minutos desde mi departamento me hizo sentir que me iba a desmayar.
Les dije que no podía pasar ni unas cuantas horas sin vomitar. Me enviaron directamente al departamento de emergencias del Strong Memorial Hospital. Estas son 12 señales silenciosas de que tus pulmones podrían estar en problemas.
Dentro del departamento de emergencias, mis niveles de oxígeno eran tan bajos que el personal decidió admitirme, pero no estaban seguros exactamente de qué estaba causando mis síntomas. Comenzaron haciéndome pruebas para un montón de enfermedades virales, incluidas la influenza y el covid-19 (con pruebas rápidas y PCR). Todos estos resultaron negativos.
Luego, me hicieron una tomografía computarizada, que mostró mis pulmones llenos de blancura, lo que el personal explicó que era un signo de una infección desconocida (los pulmones sanos se muestran en estas tomografías como todos negros).
En las exploraciones, EVALI y la neumonía pueden tener el mismo aspecto, pero el tratamiento es muy diferente. Si me hubieran enviado a un hospital diferente, es muy probable que me hubieran diagnosticado y tratado neumonía, y probablemente habría muerto.
Afortunadamente, Strong Memorial era uno de los pocos hospitales del país que en ese momento participaba en la investigación de los CDC sobre EVALI, por lo que el personal estaba capacitado para buscarlo.
Una enfermera me preguntó si vapeaba. Le dije que sí… y algo pareció hacer clic. En ese momento estaba vapeando un cartucho cada dos o tres días, pero esto era algo que ni siquiera había considerado que podría ser la causa, así que no lo había mencionado antes.
Recientemente había tenido una tos leve, que supuse que era por vapear. Pero me había esforzado mucho por suprimirlo, ya que la tos provocaba mucha dificultad para respirar. Desafortunadamente, eso podría haber sido parte de la razón por la cual todos los desechos se asentaron en mis pulmones: el personal de Strong Memorial me dijo que toser es la forma en que el cuerpo limpia los pulmones y que, en general, no debe tratar de contener la tos.
A pesar de vapear regularmente durante meses, esa discusión en la sala de emergencias fue la primera vez que escuché que podría causar enfermedades y EVALI. Todos mis síntomas encajan.
Me dijeron que no es suficiente simplemente dejar de vapear cuando comienzas a sentirte mal; dejar de vapear no detendrá los síntomas y continuarás declinando hasta que recibas tratamiento médico. Además, si no recibes ayuda a tiempo, puedes perder fácilmente un pulmón o incluso morir.
Los doctores me iniciaron en un curso de antibióticos y me dieron esteroides para tratar el EVALI, luego me administraron oxígeno y medicamentos intravenosos para que mis pulmones tuvieran tiempo de sanar y mantenerme hidratada.
Me dieron de alta el 1 de marzo, aproximadamente una semana y media desde que tuve ese dolor de cabeza inicial, después de que quedó claro que podía retener la comida y moverme un poco. (7 señales silenciosas de que podrías tener EPOC y no saberlo).
Desafortunadamente, mi recuperación no continuó tan bien en casa. Una vez más, el 11 de marzo, me desperté con esa sensación terriblemente familiar de no poder respirar. Me llevaron en ambulancia al hospital y me readmitieron.
Terminaron haciéndome una broncoscopia, un procedimiento en el que me metieron un tubo por la nariz hasta los pulmones para limpiarlos. Fue una experiencia increíblemente traumática y dolorosa, pero pudieron eliminar la mayor parte de la infección. Me dieron de alta nuevamente el 14 de marzo.
Me tomó alrededor de un mes de recuperación hasta que comencé a sentirme de vuelta a la normalidad. Pero mis médicos me dijeron que había estado cerca y que si hubiera esperado solo un par de días más para buscar ayuda médica, probablemente habría muerto.
Desde mi experiencia, he aprendido mucho sobre EVALI hablando con mis médicos y haciendo mi propia investigación. Aprendí que nadie sabe realmente qué lo causa exactamente, pero el 85% de los pacientes de EVALI usaban cartuchos de THC (como yo).
La investigación está en curso, pero los CDC han dicho que EVALI puede deberse a productos químicos no regulados en el líquido, o tal vez al método que usan los vaporizadores para calentar el líquido.
Los médicos no están seguros de por qué solo afecta a algunas personas y no a otras… pero sí tiene una afección preexistente, como asma, esto puede ponerte en mayor riesgo de EVALI.
Hoy todavía tengo algunas cicatrices en mis pulmones, pero afortunadamente no afecta mi capacidad para vivir mi vida. Llevo un inhalador de rescate por si acaso, y sigo viendo a un neumólogo cada seis meses. Por ahora, parece que me he recuperado completamente.
Aún así, esta experiencia fue una llamada de atención aterradora sobre el vapeo. No solo no volveré a tocar un vaporizador, sino que quiero compartir mi historia para advertir a otras personas sobre lo que puede suceder. Vapear simplemente no vale la pena el riesgo.
Recibí muchas preguntas sobre dónde obtuve mis vaporizadores y si eran del “mercado negro” y por eso me enfermé. Todos mis vaporizadores eran legales, producidos por empresas de renombre y comprados en tiendas de vaporizadores autorizadas. Quiero que la gente entienda que cualquiera puede tener EVALI de cualquier tipo de vaporizador, incluso de los regulados.
Tomado de rd.com “I Got Lung Disease from Vaping and Almost Died”
