A pesar de que el estrés y la ansiedad son respuestas fisiológicas diseñadas para la protección pareciera que, en los últimos años, los niveles de ambas situaciones han incrementado exponencialmente.
Curiosamente, en una época en la que se trabaja más que nunca en la difusión de la importancia de la salud mental, todavía se llega a confundir a estas dos reacciones que son completamente naturales.
Es por ello que Platanomelón, comunidad de bienestar íntimo y salud sexual, analiza estos trastornos y cómo es que el orgasmo funciona como una herramienta para reducir el estrés como una estrategia de concientización en el marco del Día de la Salud Mental.
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Aunque parezca una solución superficial, debe considerarse que el estrés es una respuesta a una amenaza reconocida y suele durar poco tiempo. Mientras que, el estrés positivo favorece el cambio y la adaptación -y en niveles altos puede ser negativo-, los trastornos de ansiedad son una respuesta al estrés y se proyectan en sentimientos de miedo, preocupación, inquietud, nerviosismo o malestar general.
Cuestiones laborales como una mala relación con el jefe o preocupación ante el desempeño durante una junta pueden desencadenar esta situación, lo que permitirá la liberación de cortisol, la hormona del estrés, y cuando esto ocurre de forma prolongada, no solo afecta la apariencia física y la forma en que nos perciben los demás, sino que también disminuye la libido, lo que se traduce en dificultades para lubricar, lograr una erección o llegar al orgasmo. Este ciclo de estrés y frustración genera un impacto negativo en la vida íntima y la calidad de las relaciones.
Al tratarse de una respuesta fisiológica, el estrés se puede combatir de forma complementaria —con un trabajo cabal de salud mental— o con otra respuesta del mismo tipo, como es el orgasmo.
Debe recordarse que esta función física libera una cascada de sustancias que suelen ser denominadas como calmantes del estrés. Los estrógenos, la dopamina y la oxitocina, hormonas producidas durante el orgasmo, son de suma importancia al momento de relajar el cuerpo, reduciendo el estrés y permitiéndole al cuerpo un descanso placentero.
Los juguetes sexuales han dejado de ser un tabú para convertirse en herramientas cada vez más comunes para explorar el placer sexual y mejorar el bienestar individual y de pareja.
Más allá del placer físico que aportan, su uso también está relacionado con la liberación de endorfinas, las hormonas del bienestar que produce nuestro cuerpo de forma natural.
Las endorfinas actúan como analgésicos naturales y tienen un efecto relajante sobre el cuerpo y la mente. Se liberan en respuesta a diversos estímulos, como el ejercicio físico, la risa, el consumo de ciertos alimentos e, incluso, la actividad sexual.
La estimulación sexual que producen los juguetes sexuales puede desencadenar la liberación de endorfinas, generando una sensación de placer y bienestar que va más allá del orgasmo, dicen especialistas de Prudence, marca de preservativos y lubricantes íntimos que promueve el uso de anticonceptivos y una sexualidad responsable.
Y pareciera que las cosas van de la mano, pues según datos del gobierno, en el presente año, el 19.3 % de la población adulta presenta síntomas severos de ansiedad, y más del 30 % tiene niveles leves o moderados, y a su vez, en el mercado se ha visto un aumento del 18% en la venta de juguetes sexuales en México en lo que va del 2024, en comparación con el 2023.
“Cuando se trata de salud mental, es crucial buscar la ayuda de un experto y comprometernos activamente con nuestro bienestar”, afirma Claudia Lobatón, psicóloga clínica y sexóloga de Platanomelón.
La especialista destaca la importancia de identificar si la situación que se enfrenta es una reacción natural del cuerpo en forma de defensa. En estos casos, es posible utilizar herramientas disponibles, como juguetes para el autoconocimiento y el placer. Sin embargo, si la situación escaló a un trastorno, es fundamental que sea diagnosticado y tratado por un profesional.
Contar con las herramientas adecuadas puede permitirnos aprovechar el placer como un recurso para combatir el estrés. El sexo no solo cumple una función física; también es una forma de conectar, tanto con uno mismo como con los demás. Establecer estas conexiones es esencial en momentos difíciles.
Los expertos en juguetes sexuales pueden guiar a los usuarios para redescubrir esa conexión con el placer, ofreciendo una amplia gama de productos. Además, enfatizando la importancia del autocuidado mental y físico, estas herramientas pueden marcar una diferencia significativa en la calidad de las relaciones íntimas y en la salud general.
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Es importante usar los juguetes sexuales de manera segura y responsable para evitar riesgos para la salud. Prudence te deja las siguientes recomendaciones:
El sexo es una de las formas más efectivas para aliviar el estrés y la ansiedad. El uso de juguetes sexuales puede intensificar la experiencia, haciéndola aún más relajante y placentera. Los orgasmos liberan endorfinas, esas poderosas hormonas que no solo disminuyen el estrés, sino que también mejoran el estado de ánimo
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