En una ocasión mi cuñado, que es mecánico, terminó de reparar un auto y, al entregarlo, el dueño le empezó a explicar la ruta que seguiría de regreso a su casa.
—¿Y por qué me dice a mí eso? —quiso saber mi cuñado.
—Por si no queda bien la reparación del auto, para que usted sepa a dónde puede ir a auxiliarme.
Ana Rocío Rodríguez, México
Duda legítima
Los turistas que visitan el Parque Nacional Yellowstone están llenos de preguntas. Aunque yo trabajo cerca de este parque, no siempre conozco todas las respuestas. Cierta vez, una mujer me preguntó con toda seriedad:
—¿A qué altitud se convierten los ciervos en alces?
Amy Buckles, Estados Unidos
Después de leer las siguientes excusas, nos vino a la mente esto: que quizá los maestros deberían dejar de preocuparse por los estudiantes y empezar a calificar a los padres.
- “Estimados profesores: sean tan amables de disculpar las ausencias de John el 28, 29, 30, 31, 32 y también el 33 de enero”.
- “Por favor permitan a Roland faltar a la clase de educación física durante unos días. Ayer se cayó de un árbol y se dislocó la cadera”.
Tuve que decirle a un cliente de la biblioteca donde trabajo que nos debía 15 dólares en multas. Entre los libros más recientes que se había llevado prestados estaba: Guía para principiantes sobre cómo acabar con las deudas.
Ben Murphy, Estados Unidos
