Vitaminas y minerales: más fuerza saludable
Son nutrientes clave para el buen funcionamiento orgánico, así como para un adecuado crecimiento y desarrollo. La carencia de algunos minerales o de ciertas vitaminas —como las pertenecientes al complejo B— puede provocar debilidad, cansancio persistente y demás síntomas asociados a la falta de energía. Por eso, mantener un buen equilibrio vitamínico también es importante para adquirir y aumentar la vitalidad.
Las vitaminas del complejo B son indicadas para regular el sistema nervioso y generar energía que no se transforme en nerviosismo. Algunos alimentos que contienen este nutrien- te son los cereales integrales, las legumbres, el aguacate (palta), el plátano (banana), las hojas de color verde oscuro, los derivados lácteos y los huevos.
Los minerales ayudan, por una parte, a recuperar sales perdidas en momentos de intenso calor o por transpiración excesiva —al realizar actividad física, por ejemplo—, así como para regular la estimulación nerviosa.
Por eso, el aporte de potasio, magnesio y calcio no debe faltar: consume cereales integrales, frutos secos (especialmente cacahuate [maní]), legumbres (especialmente soya), hortalizas de color verde intenso (espinaca, acelga, brócoli), leche, yogurt y quesos de pasta blanda y menos grasa.
Antioxidantes: energía preventiva
Los pigmentos antioxidantes se encuentran muy frecuentemente en las frutas y verduras de color verde, naranja y amarillo. Son nuestros mejores defensores contra los radicales libres, moléculas dañinas que son responsables de las enfermedades degenerativas.
Las vitaminas C y E también poseen este efecto antioxidante. La vitamina C se obtiene de los vegetales del color ya citado y la E, de las aceitunas (olivas), aceite de oliva, frutos secos (nueces, almendras) y germen de trigo.
Agua y fibra: depuradores naturales
Beber agua es la forma más sencilla de desintoxicarse, así como de evitar la retención de líquidos. Beber lo suficiente todos los días ayudará a “limpiar” al organismo de los exce- sos de comida y bebida, y la hidratación conseguida beneficiará el funcionamiento de todos los órganos. Para lograrlo, bebe agua sola, infusiones, jugos de fruta sin azúcar y tisanas.
La fibra es el nutriente que brinda valor de saciedad —porque en el estómago, al entrar en contacto con el agua, se hincha como una esponja—, además de regular el colesterol y mejorar el tránsito intestinal; de esta manera, evitando el estreñimiento, el organismo también puede depurarse en forma natural. Los cereales integrales, las frutas y las verduras son las mejores fuentes de fibra dietética.