En 2009 más de 500 mil personas murieron en todo el mundo a consecuencia de un “nuevo” virus de H1N1. ¿Estamos en riesgo? ¿Qué aprendimos de ese trágico capítulo?
En 2009 en México se vivió la pandemia de influenza A(H1N1), que de abril a noviembre de ese año causó 65 mil 672 casos y causó la muerte de 656 personas tan solo en el país. El virus produjo ataque grave sobre todo en sujetos jóvenes, con mayor mortalidad entre los 20 y 59 años.
La comorbilidad presentada se relacionó principalmente con trastornos metabólicos, obesidad y diabetes mellitus. Cerca del 60 por ciento de las personas que fallecieron tenía algún padecimiento diagnosticado de forma previa y la mitad de ellas mostraba más de un trastorno adjunto o comorbilidad múltiple.
La pandemia fue un suceso que, de acuerdo con especialistas, marcó la vida del país y concientizó a la población sobre la importancia de la vacunación, medida considerada por la Organización Mundial de la Salud como la forma más efectiva, segura y eficaz de prevenir la influenza.
Aunque sin duda México ha avanzado en este tema a lo largo de estos diez años, falta trabajo por hacer para impulsar aún más la vacunación, disminuir el número de casos y muertes anuales, romper con todos los mitos que se han generado en torno a esta vacuna.
“Es importante no olvidar y no bajar la guardia, ya que desde 2010 a la fecha, la actual temporada es una de las más agresivas y con un importante número de casos reportados. Ciudad de México, Estado de México, Oaxaca, Chihuahua y Tlaxcala son los estados con mayor número de casos; mientras que Hidalgo, Estado de México, Puebla, Ciudad de México y Oaxaca registran el mayor número de muertes. Los grupos de edad con mayor número de casos son los menores de 9 años, seguido del de 60 y más y 40 a 49” informó el doctor Felipe Aguilar, gerente médico marketing para Sanofi Pasteur.
Existen infinidad de virus de influenza, pero los que más importan ahora son los A y B, pues son las causantes de las epidemias anuales que se registran en todo el mundo, y la A es la responsable de pandemias mundiales como la que inició en México en 2009.
En los últimos cien años ha habido cuatro pandemias de influenza:
La historia nos ha demostrado que cada cierto tiempo (entre 10 y 40 años) surge un nuevo virus para el cual el mundo no está preparado; eso se debe a que el virus muta constantemente.
Lo hace de dos maneras:
Cambio antigénico menor: Las proteínas de la superficie sufren cambios pequeños, y esto es lo que hace que cada invierno, sobre todo en los países del norte, los brotes sean ocasionados por virus mutados, así que los anticuerpos al virus del año anterior no son tan efectivos y se requiere la aplicación de la vacuna en turno.
Cambio antigénico mayor: Las proteínas en la superficie cambian por completo, es un virus nuevo para el que el ser humano no tiene ninguna resistencia.
“Existía un virus con ciertas proteínas, pero se recombina con otros y surge uno nuevo, de tal manera que aunque ya se haya padecido la A y la B, esos anticuerpos ya no sirven para este C, quedamos indefensos. Esas recombinaciones son la que generan pandemias” explica Zaidi Mussaret Bano, jefa de la Unidad de Investigación en Enfermedades Infecciosas del Hospital General Agustín O’Horán e integrante de la Fundación Mexicana para la Salud.
Los animales son los reservorios del virus de la influenza en la naturaleza; es entre los patos y los cerdos en donde más ocurren estos reordenamientos. Las pandemias de 1918 y 2009 se gestaron entre cerdos y las otras dos entre aves.
“Tenemos un ganso infectado, un pato con otro virus y éstos se recombinan para generar un virus que puede ser mortal para los seres humanos”.
Hace tres años el médico español Adolfo García Sastre, experto en influenza, llevó a cabo una investigación en la School of Medicine at Mount Saint en Nueva York para determinar si la pandemia del 2009 inició en México.
Dicho estudio halló indicios de que el virus que ocasionó más de medio millón de muertes se gestó en granjas porcinas veracruzanas.
“Los investigadores mapearon la concentración de granjas porcinas a nivel nacional y notaron una importante cantidad de ellas, pero, sobre todo, una densidad muy alta, y a mayor densidad de animales mayor probabilidad de que ocurra un reordenamiento genético pues hay más oportunidad de que los animales compartan diferentes virus de influenza” explica Mussaret Bano.
Los cerdos tienen en sus tractos respiratorios linajes tanto de cerdos como de humanos, los cuales se combinan, así que existen las condiciones perfectas para que ocurra otro reordenamiento genético.
“Debemos saber que los animales y los humanos estamos relacionados, y debido a que las pandemias son cíclicas a partir de este año cualquier país puede tener un virus pandémico” alertó la pediatra Zaidi Mussaret Bano.
Alejandrina Malacara, directora médica de Sanofi Pasteur México, dijo que si bien es cierto que los expertos coinciden en que es poco probable que en México se inicie una nueva debemos preguntarnos qué tanto estamos preparados para asegurar que el total de la población esté protegida.
Aunque se parece bastante al catarro común, los virus de la influenza A y B tienen dos diferencias importantes: Inicio súbito y síntomas muy intensos.
No hay que olvidar que, a diferencia de un catarro común, la influenza a y B pueden llevarnos a complicaciones graves y la muerte.
Síntomas principales:
Las principales secuelas de esta influenza son neumonía, sinusitis, otitis y traqueítis. Entre las más graves esta cuando se infecta el pulmón con el virus de influenza y eso daña el tejido pulmonar de tal manera que lo hace propenso a que lo sobreinfecten las bacterias y entonces se presenta una neumonía más complicada.
Para este enemigo poderoso, temible y capaz de eludir al sistema de defensa del cuerpo humano la mejor estrategia es la vacunación, la medida de salud pública más importante.
El infectólogo Juan Luis Mosqueda de la Secretaría de Salud de Guanajuato dijo que a veces se olvida que la influenza es un problema anual que, además, en ocasiones provoca pandemias mundiales y mata millones de personas. “Parecería que a veces hace falta volver a ver a alguien que muere de influenza para darle la debida importancia”.
“Es inaceptable que se muera la gente cuando la influenza es una enfermedad prevenible” dijo en el marco de la segunda Master Class titulada ‘Hacia un mejor control de la influenza basado en el conocimiento’ realizada por Sanofi Pasteur en Mérida, Yucatán, con el fin de capacitar a más de 150 médicos de todo el país.
Darwin Stalin Torres Erazo, infectólogo adscrito a la Unidad de Enfermedades Infecciosas y Vigilancia Epidemiológica del Hospital Regional de Alta Especialidad de la Península de Yucatán señaló que “la temporada de influenza aún no termina por lo que es importante generar conciencia y hacer un llamado a la población en general, especialmente a los grupos de riesgo para considerar la vacunación anual contra influenza, ya que es la forma más eficaz de prevenir las graves consecuencias de esta enfermedad”.
En México existe una planta donde se produce la vacuna contra la influenza y pronto habrá una más.
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