Una dieta rica en cisteína podría ayudar luego de la quimioterapia
La cisteína es un nutriente que, de acuerdo con una investigación del MIT, puede ayudar en la salud intestinal luego de una quimioterapia.
Es bien sabido que una dieta puede afectar o beneficiar tu salud, ya que así como una rica en grasas puede provocar obesidad, diabetes y otros problemas de salud, una que sea baja en calorías puede prolongar la esperanza de vida en muchas especies. Siendo así, investigadores del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) han estado estudiando los efectos que una dieta rica en cisteína podría tener en personas que se han sometido a quimioterapias.
En un nuevo estudio del instituto, los científicos descubrieron que este aminoácido puede activar una vía de señalización inmunitaria que ayuda a las células madre a regenerar tejido intestinal; siendo publicado este estudio en Nature.
Esta regeneración mejorada podría ayudar a sanar las lesiones causadas por la radiación, que suelen presentarse en pacientes sometidos a radioterapia contra el cáncer. Este estudio se realizó en ratones, pero si investigaciones futuras muestran resultados similares en humanos, la administración de cantidades elevadas de cisteína (a través de la dieta o de suplementos) podría ofrecer una nueva estrategia para acelerar la curación del tejido dañado, afirmaron los investigadores.
Omer Yilmaz, autor principal del estudio y director de la Iniciativa de Células Madres del MIT, declaró que el estudio sugiere que si se administra a pacientes una dieta rica en cisteína o suplementos de cisteína, quizá se pueda atenuar parte de las lesiones inducidas por la quimioterapia o la radioterapia. Y añadió que lo mejor es que no se utilizó una molécula sintética, sino que aprovecharon un compuesto dietético natural.
En los últimos años, el laboratorio de Yilmaz, quien también es profesor asociado de biología en el MIT y miembro del Instituto Koch para la Investigación Integral del Cáncer, ha estudiado cómo los diferentes tipos de dieta influyen en la regeneración de células madre y ha descubierto que las dietas ricas en grasa, así como los periodos cortos de ayuno, pueden potenciar la actividad de las células madre de diferentes maneras.
Así, si es bien sabido que las macrodiétas, como las ricas en azúcares, grasas y calorías, tienen un claro impacto en la salud a nivel granular, falta información sobre cómo los nutrientes individuales influyen en las decisiones sobre el destino de las células madre, así como en la función tisular y la salud tisular en general.
En este nuevo estudio, los científicos comenzaron alimentando a ratones con una dieta rica en uno de 20 aminoácidos diferentes, los componentes básicos de las proteínas. En cada grupo midieron cómo esa dieta afectaba la regeneración de las células madre intestinales.
Entre esos aminoácidos, la cisteína tuvo los efectos más drásticos en las células madre y las células progenitoras (células inmaduras que se diferencian en células intestinales maduras).
Estudios posteriores revelaron que la cisteína inicia una cadena de eventos que produce la activación de una población de células inmunitarias llamadas linfocitos T CD8+. Cuando las células del revestimiento intestinal absorben la cisteína de los alimentos digeridos, la convierten en CoA, un cofactor que se libera en la mucosa intestinal; allí los linfocitos T CD8+ absorben CoA, lo que estimula su proliferación y producción de una citocina llamada IL-22.
IL-22 es un factor importante en la regulación de la regeneración de las células madre intestinales. Pero se desconocía que las células T CD8+ pudieran producirla para estimular las células madre intestinales; una vez activadas, estas células T liberadoras del IL-22 están preparadas para ayudar a combatir cualquier tipo de daño que pueda ocurrir en el revestimiento intestinal.
Las células T tienden a concentrarse en el revestimiento intestinal, por lo que ya están en su lugar cuando se les necesita. Descubriendo los científicos que la estimulación de las células T CD8 se produjo principalmente en el intestino delgado, lo que creen que se debe a que la mayor parte de la proteína que consumimos se absorbe en esta parte del cuerpo.
Es en este estudio donde los investigadores demostraron que la regeneración estimulada por una dieta rica en cisteína podría ayudar a reparar el daño causado por la radiación en el revestimiento intestinal. Asimismo, en un trabajo no publicado aún, demostraron que una alimentación alta en cisteína tuvo un efecto regenerativo tras el tratamiento con un fármaco de quimioterapia llamado 5-fluorouracilo, que se usa para tratar el cáncer de colon y páncreas.
La cisteína se puede encontrar en muchos alimentos ricos en proteínas, como la carne, los productos lácteos, las legumbres y los frutos secos. Mientras que el cuerpo también puede sintetizar su propia cisteína, proceso que se realiza en el hígado, sin embargo, esta última se distribuye por todo el cuerpo y no provoca una acumulación en el intestino delgado, como ocurre con el consumo del nutriente por nuestra dieta.
Del mismo modo, se ha probado que este componente tiene efectos antioxidantes que también son beneficiosos. Los investigadores ahora esperan estudiar si también podría ayudar a otros tipos de células madre a regenerar nuevos tejidos y, de hecho, en un estudio en curso investigan si podría estimular la regeneración de folículos pilosos. Además de que planean investigar más a fondo algunos otros aminoácidos que parecen influir en la regeneración de células madre.