La pandemia mundial del SARS-CoV-2 alteró la vida del mundo entero y, por supuesto, el acceso a la procuración y administración de justicia —uno de los derechos fundamentales de la sociedad— no fue la excepción.
Desde el pasado 18 de marzo el Consejo de la Judicatura Federal acordó el cierre parcial tanto de juzgados como de tribunales. Solo permanecen algunas guardias para atender asuntos urgentes. Esta situación sin duda trastoca el ritmo del de por sí ya saturado sistema de procuración de justicia en México.
Ajustándose a las necesidades
Estos cambios representan un nuevo reto laboral para los profesionales del derecho: la procuración de justicia a distancia o, como ha comenzado a llamársele, la ‘e-justicia’.
El tema de la justicia a distancia es relativamente nuevo. Hay antecedentes de su propuesta y aplicación en Europa desde hace por lo menos unos 10 años, explican Ubaldo Basilio y Dexter Álvarez, abogados fundadores de Círculo Alba, una alternativa pionera y especializada en la prestación de servicios jurídicos profesionales a distancia.
En México la e-justicia es una opción que apenas se está explorando. “Inicia una nueva era en el Poder Judicial de la Federación. A partir del 16 de junio todos los asuntos se tramitarán en línea y mediante videoconferencias. Damos así un paso decisivo hacia una justicia moderna, cercana y accesible. La justicia no se detiene” publicó en sus redes el ministro Arturo Zaldívar el pasado 8 de junio.
La publicación da una pauta de hacia dónde se dirige el futuro de la procuración de justicia en México.
Esta nueva alternativa se estructura como una red social, laboral y de servicios y tiene un doble valor, pues por un lado brinda a los profesionales del derecho la oportunidad de ofertar sus servicios de manera gratuita y exponencial al generar mayores contactos y contrataciones de potenciales clientes y, por otra parte, propone un amplio abanico de servicios y especialidades a la población que requiere un abogado o servicio legal.
