El hierro es un facilitador de la vida. Es el responsable del brillo en la mirada de un niño, del aprendizaje y de la creación de la hemoglobina entre otras fundamentales tareas.
A pesar de su importancia, la deficiencia de este mineral en el cuerpo humano es un problema de salud pública. Afecta a la mitad de las embarazadas en el mundo, y a uno de cada tres niños en edad preescolar, aunque se habla de un subdiagnóstico.
La carencia de hierro es la deficiencia nutricional más prevalente del mundo. En México representa el 50% de las anemias.
La anemia es una enfermedad en la que el número de glóbulos rojos o la concentración de la hemoglobina en sangre es inferior a lo normal y, como consecuencia, disminuye la capacidad del organismo para transportar oxígeno a órganos y tejidos.
La anemia afecta al 25 % de las personas del mundo.
Según cifras de UNICEF, esta carencia afecta a 1,930 millones de mujeres. Esto significa que 39 % de las mujeres entre 12 y 49 años padece esta deficiencia. La cual es más prevalente en la edad reproductiva, recién paridas o cuando amamantan, pues en esas etapas las necesidades de hierro se incrementan.
Repecto a los niños, la falta de hierro afectará el desarrollo de huesos y tejidos, lo que ocasiona baja estatura, problemas de desempeño escolar y convivencia social.
“La falta de hierro impacta negativamente en la calidad de vida, pues provoca grandes daños en el organismo, así como discapacidad funcional y años de vida perdidos”, especificó Francisco José Bernárdez Zapata, jefe de la división de ginecología y obstetricia del Hospital Español de México.
Además, la deficiencia de hierro reduce la capacidad de trabajo de poblaciones enteras, lo que acarrea graves consecuencias económicas y obstáculos para el desarrollo nacional.
“La deficiencia de hierro es la tercera causa de discapacidad en el mundo”, recordó Bernárdez Zapata.
Algunas causas son:
Baja ingesta de proteínas de origen animal por el costo de algunos productos cárnicos, la moda de las dietas veganas y vegetarianas y el estereotipo de delgadez.
Pérdida de sangre. La sangre contiene hierro dentro de los glóbulos rojos, así que si pierde sangre se pierde algo de hierro.
Las mujeres con menstruaciones intensas tienen riesgo de padecer anemia por deficiencia de hierro porque pierden sangre durante el período menstrual.
La pérdida lenta y continua de sangre dentro del cuerpo (por ejemplo, por una úlcera péptica, hernia de hiato, pólipo en el colon o cáncer colorrectal) puede causar anemia por deficiencia de hierro.
El sangrado gastrointestinal puede ser consecuencia del uso habitual de algunos analgésicos de venta libre, especialmente la aspirina. También pueden aparecer por enfermedad inflamatoria intestinal, úlcera, cáncer de colon u otros trastornos gastrointestinales como la celiaquía.
Incapacidad para absorber el hierro. El hierro de los alimentos se absorbe en el intestino delgado y pasa al torrente sanguíneo. Los trastornos intestinales que afectan la capacidad del intestino para absorber nutrientes de los alimentos digeridos pueden causar anemia por deficiencia de hierro.
Personas que hayan tenido un bypass intestinal o les hayan extirpado una parte del intestino delgado mediante cirugía, es posible que vean afectada su capacidad de absorción de hierro y otros nutrientes.
Embarazo. Si no toman suplementos de hierro, muchas embarazadas podrían tener anemia por deficiencia de hierro, pues sus reservas de hierro tienen que satisfacer la demanda de un mayor volumen de sangre y proporcionar hemoglobina para el feto.
Para revertir la deficiencia de hierros las primeras herramientas son la dieta equilibrada y un tratamiento que incluya hierro, que tiene como principal objetivo el restablecimiento de las reservas de hierro, normalizar los niveles de hemoglobina en caos de anemia, aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida del paciente.
Uno de los tratamientos más usados y recetados por los médicos es la carboximaltosa Férrica, que se aplica vía intravenosa para una mejor distribución en el organismo.
Este tratamiento está indicado cuando no es posible tomar el tratamiento oral, o cuando se requiere reponer el hierro rápidamente.
El hierro intravenoso ha mostrado promover un rápido y adecuado incremento de los niveles de hemoblogina en comparación con los tratamientos orales.
Bernárdez Zapata, especialista en medicina materno fetal, recordó que las mujeres con deficiencia de hierro tienen más probabilidades de tener partos pretérmino y hemorragias posparto.
“La anemia duplica el riesgo de muerte materna”, finalizó.
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