Usa con seguridad los remedios caseros
Las curas tradicionales se han usado durante miles de años en prácticamente todo el mudo, lo que significa que la gente no recurriría a ellas si no funcionaran.
Los remedios tradicionales se han usado durante miles de años en prácticamente todo el mudo, lo que significa que la gente no recurriría a ellas si no funcionaran.
Pero existe el riesgo de provocar efectos colaterales, interferencia con otros medicamentos o de usar el remedio equivocado.
La eficacia de los remedios caseros está respaldada por pruebas empíricas y en infinidad de casos por estudios científicos, pero no está de más que pongas atención en las siguientes ocasiones:
No tomes hierba, complemento o medicamento alguno sin antes hablar con tu médico. Muchos de ellos pueden afectar la salud del bebé, sobre todo si se usan en grandes dosis.
Comenta con tu médico las posibles interferencias del fármaco prescrito con hierbas, complementos o medicamentos de libre venta que quieras usar.
También comenta con tu médico sobre cualquier otro complemento o medicamentos que estés tomando simultáneamente, en especial si padeces de una afección crónica como diabetes, hipertensión arterial o cardiopatía.
Cerca del 80 por ciento de la población mundial depende de las hierbas como fuente primaria de cuidado médico.
Las personas alérgicas deben redoblar sus precauciones; asegúrate de que la sustancia que te provoca alergia no es uno de los ingredientes de lo que piensas tomar o aplicarte en la piel.
Por ejemplo, el aceite de cacahuate que contiene algunos laxantes y ciertos tipos de humectantes de la piel es un aceite purificado posiblemente peligroso para quienes son alérgicos al cacahuate.
También pon atención a la ‘reacción cruzada’ entre alimentos, plantas y hierbas. En otros términos, si eres alérgico al camarón, muy probablemente lo serás a los cangrejos y a la langosta. Las personas que son sensibles a la ambrosía suelen tener reacciones cuando comen melón, en tanto que quienes son alérgicos al polen de abedul pueden reaccionar con la cáscara de manzana.
Los remedios caseros son para ayudarte a tratar los achaques cotidianos y mejorar tu salud en general, pero no trates de disimular enfermedades graves que requieren tratamiento médico.
Algunas hierbas, complementos y remedios caseros no son apropiados para niños ni para bebés. A menos que un remedio se recomiende específicamente, pide a tu médico general consejo antes de tratar a tus pequeños. Y compra siempre productos destinados a los niños y no a los adultos (por ejemplo, jarabe de paracetamol pediátrico en lugar de jarabe para adultos).