Usa estos aparatos de cocina como un experto
Las ollas de cocción lenta y las licuadoras están diseñadas para un uso fácil, pero aun así hacen falta las herramientas y técnicas adecuadas.
Las ollas de cocción lenta y las licuadoras están diseñadas para un uso fácil, pero aun así hacen falta las herramientas y técnicas adecuadas.
La forma del recipiente es muy importante al recalentar alimentos. Los bordes de los contenedores rectangulares por lo general atraen más energía que otras áreas. ¿El resultado? Lo que se encuentra allí suele cocerse de más.
Un envase redondo, en cambio, permite que la comida reciba el calor de manera uniforme. No condimentes sino hasta después de meter el platillo. La sal atrae la energía de las microondas, así que la parte sazonada absorberá el calor y la capa externa quedará seca. Si añades la sal antes, mézclala muy bien.
Mantener cerrada la puerta de este aparato permite que se acumulen el calor y el vapor, lo cual es ideal para hornear, pero no para asar.
Ventilar el vapor ayuda a que la comida adquiera la corteza crujiente que buscas; al dejar escapar el aire caliente también podrás cocinar la parte superior del platillo, en vez de hornear-lo (o sobrecocerlo) por completo.
Sin embargo, primero revisa el manual de tu horno. Si bien algunos están diseñados para asar con la puerta abierta, el calor que despide podría dañar las perillas en otros modelos.
El truco aquí es el calor atrapado que cocina los alimentos sin cesar durante horas. Si abres la tapa, lo dejas salir y el platillo podría no estar listo en el tiempo programado.
Resiste la tentación de echar un vistazo o revolverlo hasta que falte menos de una hora; en tanto la olla esté llena entre la mitad y tres cuartas partes, el platillo se terminará de cocer bien.
Hay toda una ciencia para usarla. Un estudio británico reveló que el centro de las rejillas, sobre los brazos giratorios, recibe el rocío de agua más potente. Esto es ideal para platos con manchas como restos de papa, que dependen más del impacto acuático que del detergente para quedar limpios.
Por otro lado, las piezas con residuos de proteína (huevo, por ejemplo) no necesitan tanta fuerza. Colócalos en los bordes de la rejilla; el agua es menos potente y dejará actuar al jabón por más tiempo.
Si tu licuadora se atasca, hay una razón: la disposición de la comida. Empieza con la base líquida (o el yogur, en caso de un batido), luego añade en capas los ingredientes, desde el más pequeño hasta el más grande; pon el hielo y otras piezas duras en la parte superior.
Las cuchillas girarán sin problema en la base, mientras el resto se incorpora.
Estos aparatos de pedestal pueden llegar a desalinearse. Debe haber el menor espacio posible entre el batidor y el tazón: apenas el suficiente para alcanzar todos los ingredientes sin golpear ni raspar los bordes.
Casi todos se arreglan así: ubica el tornillo de ajuste en el cuello, ya sea levantando la cabeza del motor o bajando el tazón; gíralo hacia la izquierda para levantar la paleta, o hacia la derecha para bajarla (consulta el manual de tu aparato).