Los glúteos sufren las consecuencias de los malos hábitos de vida actuales como el sedentarismo y el sobrepeso. O simplemente del paso del tiempo, pero ya existe una técnica que facilita que recuperen su belleza o se logre el aumento de volumen de esa zona tan deseada tanto por hombres como por mujeres. Conoce un poco más sobre la transferencia de grasa autóloga.
Después de leer este artículo nunca más volverás a ver tus lonjitas con odio. Así como lo lees. Y es que esa grasa acumulada tiene infinidad de funciones, explica Verónica Zavala Franco, cirujana plástica y reconstructiva.
“La lonjita nos aísla, guarda calor, cumple funciones hormonales y es una reserva de energía” precisa. Además, es ideal para procesos reconstructivos y estéticos.
En la cuestión reconstructiva puede usarse en pacientes con microsomía facial, en quienes tuvieron un accidente y perdieron piel y tejido. También puede usarse en el cuerpo. “En las mujeres que son sometidas a radiaciones por cáncer de mama y por ello el colgado de la piel del busto queda muy delgado, cuando se coloca grasa en esa zona la piel resiste mejor”.
La grasa también puede usarse alrededor de úlceras en pacientes que no tienen buena circulación en las piernas, pues esa grasa ayuda a la regeneración epitelial.
La grasa sirve para acentuar los pómulos, para rellenar líneas de expresión o mejorar las mamas, solo que para este último procedimiento primero se requiere la colocación de un soporte que fije la grasa. Pero en donde mejor queda es en los glúteos, una zona corporal que tantos hombres como mujeres quieren tener voluminosa sin que se note que están operados.
Actualmente es muy común que las personas, en busca de la belleza, se sometan a inyecciones de cualquier sustancia, como grasa de oveja o metilmetacrilato, que sí puede usarse en el cuerpo humano —de hecho está aprobada por la FDA— pero no puede ser inyectado.
“Es muy común ver los glúteos deshechos de infinidad de personas transgénero, así que es importante hacer conciencia sobre lo grave que puede ser para la salud usar cualquier modelante, pues además de afectaciones en riñones e hígado, se puede llegar a la muerte.
Para conseguir un cuerpo de ensueño, lo único que sucede en este proceso es que la grasa cambia de lugar. Pero tiene que ser tu propia grasa (autóloga), la cual se extrae con cánulas muy delgadas que no deben ser filosas, deben tener una punta roma para no lastimar los vasos.
Posteriormente esa grasa debe ser separada de otros elementos (como sangre). Para lograr esa separación existen tres procedimientos:
Centrifugación: Este procedimiento no es el favorito de la especialista, quien asegura que dicho proceso puede dañar la membrana del adipocito.
Decantación: El método favorito de la doctora Zacala, pues solo es permitir que la gravedad actúe y se separe la grasas de lo demás. Con esta técnica las membranas del adipocito quedan intactas.
Lavado. La grasa se coloca en una coladera especial con ciertos líquidos. Con este procedimiento también se corre el riesgo de perder células.
La doctora Zavala, quien fue galardonada por Global Quality Foundation por su importante trayectoria como especialista en cirugía plástica, explica que la grasa no desaparecerá si la paciente baja de peso.
“Se le conoce como teoría del reemplazo: La grasa que está en cierta zona del cuerpo será sustituida por otro tipo celular llamada istiocito, que va a sobrevivir sin problemas una vez que se tuvieron los cuidados necesarios durante ocho semanas”. Esos adipocitos no desaparecerán si se baja de peso, pero sí pueden generar un gran volumen si se aumenta de peso.
La extracción y la colocación de la grasa se realiza en la misma sesión.
Aunque es una operación para pacientes sanos, también puede realizarse en personas que tengan controladas afecciones como hipertensión, diabetes o hasta hipotiroidismo.
“La colocación de la grasa no es riesgosa, más bien la seguridad es por la liposucción, que a veces está muy satanizada, pero en realidad no tiene ninguna complicación si se realiza adecuadamente”.
Antes de la operación se deben realizar estudios de laboratorio, el uso de unas medias especiales, algunas personas necesitan inyecciones que eviten la formación de coágulos y durante la cirugía se usan medias antitrombóticas para evitar coágulos, así como unas medias neumáticas que ejerzan presión sobre las piernas para que circule adecuadamente la sangre.
Este tipo de procedimiento no es recomendable para pacientes con obesidad, pues no mejorará tanto su contorno.
“La liposucción no es una medida contra la obesidad, de hecho las pacientes que opero pesan más después de la cirugía, lo único que sucede es que mejora la figura”. Zavala explica que el porcentaje de grasa que se puede extraer sin afectar al paciente es del 7 por ciento.
Tras la cirugía el paciente toma antibiótico profiláctico y debe usar faja durante seis semanas y puede hacer su vida con normalidad. Si la aplicación fue en el rostro, al día siguiente se pueden retomar las labores cotidianas.
No existe rechazo porque es la grasa propia, lo que sí puede pasar es que se absorbe la grasa, así que se debe sobrecorregir del 20 al 40 por ciento.
“Hay gente que quiere operarse de un día para otro o no realizarse la valoración médica, así que hay que recordar que una cirugía estética nunca es urgencia, lo más importante es la salud, pues de nada sirve ser bello si pierdo la salud o, incluso, la vida”.
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