¿Usas lentes de contacto? Podrías perder la visión por este parásito

Una enfermera contó que después de darse una ducha se echó a dormir y a la mañana siguiente ya no podía ver nada. El parásito le estaba devorando la córnea.

Suzanne Dunne, enfermera de Dublín, contó en Facebook el terrible y doloroso episodio que tuvo que vivir. Abrió el grifo caliente y se puso bajo el torrente de agua. Unas horas después perdió la vista.

“A las 19:30 me fui a la cama y a la 1 de la madrugada estaba ciega. No sabía lo que estaba ocurriendo: todo estaba negro”.

Cuando llegó al hospital, los médicos le explicaron que su repentina ceguera fue ocasionada por el parásito Acanthamoeba, que llegó a su ojo en la ducha: el agua caliente hace que se expanda y quedó atrapado en su lente de contacto.

Aunque es raro, existe esta ameba, que puede colarse a través del ojo y devorar la córnea, lo que produce una queratitis (inflamación de la cornea) severa.

Dunne, enfermera de profesión, se puso las lentes de contacto con la mala suerte de que la ameba se había quedado encerrada en la parte cóncava de una de ellas.

“Tuvieron que ponerme un blanqueador en el ojo y me dijeron que contara hasta 10, el dolor era tanto que he tenido que tomar morfina. Fue como un cuchillo caliente ardiente a través de mi ojo”, contó en Facebook.

Felizmente, se lograron limpiar los nervios del ojo y poco a poco se viene recuperando de esta infección, y existen posibilidades de recuperar la vista después de que los médicos atajasen a tiempo la infección.

Sin embargo, advierte a los usuarios de lentes de contacto que extremen el cuidado y desinfecten estos productos siempre que los vayan a utilizar.

El parásito suele encontrarse en todo tipo de aguas, desde la del mar hasta la de ríos, piscinas y lavabos. Cualquier ser humano puede entrar en contacto con ella cuando se baña o bebe agua, y puede causar infecciones oculares severas si infectan la córnea a través de lentillas o lesiones oculares previas.

Los expertos recomiendan no bañarse nunca con lentes de contacto y limpiarlos con los productos adecuados cada vez que vayan a usarse.

Juan Carlos Ramirez

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