Hay quienes creen que sumergir el rostro en agua helada todos los días puede disminuye el enrojecimiento, la hinchazón y la irritación Te contamos si vale o no la pena hacerlo.
Estoy de acuerdo en que sumergir la cara en agua helada no suena muy atractivo, pero recientemente, los baños de hielo para la piel se han vuelto virales en TikTok, y celebridades como Sydney Sweeney, Bella Hadid y Kate Hudson los utilizan para el cuidado de su piel.
Si tantas personas están dispuestas a enfrentar la incomodidad de sumergirse en hielo, debe de haber algo bueno en ello, ¿verdad? Para averiguar si realmente vale la pena, decidí probarlo, sumergiendo mi rostro todas las mañanas durante una semana. Sigue leyendo para descubrir si merece la pena el “congelar la cara y el cerebro”.
Realizar un tratamiento facial con agua helada es tan sencillo como suena: llenas un recipiente con agua y hielo, y luego sumerges completamente tu rostro en él durante 20 a 30 segundos. Eso es todo.
Aunque esta técnica está de moda actualmente no es en absoluto nueva. Sus raíces se remontan a civilizaciones antiguas. “Las inmersiones en frío de todo el cuerpo tienen siglos de antigüedad”, afirma Geeta Yadav, MD, dermatóloga certificada y fundadora de FACET Dermatology. De hecho, los baños de hielo datan de la antigüedad, cuando los antiguos griegos y egipcios utilizaban el agua fría para aliviar la fatiga muscular y la irritación de la piel. Si avanzamos hasta el siglo XXI, las inmersiones faciales en agua helada son una evolución natural, agrega el Dr. Yadav.
Los baños de hielo para el rostro no pretenden reemplazar un tratamiento como el Hydrafacial o el Botox, pero ofrecen sus propios beneficios para la salud que hacen que la práctica el escalofrío inicial valga la pena. “Las inmersiones en frío reducen la inflamación y, al mismo tiempo, revitalizan la piel“, explica el Dr. Yadav. “Aliviar esta inflamación puede ayudar temporalmente a reducir el enrojecimiento o la sensibilidad en las imperfecciones y en la piel propensa a la rosácea”.
Entonces, ¿qué le sucede a tu piel cuando entra en contacto con temperaturas muy frías? Cuando la piel se expone al frío extremo, provoca la contracción de los vasos sanguíneos debajo de la superficie, lo que disminuye el enrojecimiento, la hinchazón y la irritación. Cuando tu piel regresa a su temperatura normal, los capilares se abren nuevamente, dejándote con un aspecto fresco y renovado. Y si te preguntas si el agua fría puede ayudar con el acné, debes saber que aplicar hielo sobre las espinillas puede ayudar a reducir la inflamación asociada, lo que disminuirá su visibilidad en la piel. “El agua fría revitaliza tu piel, proporcionándole vitalidad y un tono más saludable al estimular la circulación”, como mencionó anteriormente el dermatólogo certificado Sheel Desai Solomon, MD.
¿Existen otras razones (no relacionadas con el cuidado de la piel) para probarlo? Puede ayudar a aliviar la ansiedad y, por supuesto, “te despierta”, según el Dr. Yadav. ¡Qué forma de comenzar el día!
“Dado que el agua fría puede reducir el tamaño de los poros, también puede ayudar a controlar el brillo facial. Esto se debe a que los poros son la vía por la cual los aceites producidos por las glándulas sebáceas llegan a la superficie de la piel. Con poros considerablemente más pequeños, la producción de aceite en tu rostro se mantiene a raya”.
¡Sí! Hasta el momento, no existen investigaciones que desaconsejen sumergir el rostro en agua helada a diario, según la Dra. Ivy Lee, MD, dermatóloga certificada en California y directora médica de Dermatología Directa. Solo asegúrate de no sumergir tu rostro durante más de 30 segundos aproximadamente. (Pero eso no debería ser demasiado difícil). Sin embargo, si experimentas enrojecimiento prolongado, especialmente si tienes afecciones como la rosácea, podría ser el momento de reducir la frecuencia. Puedes optar por hacerlo por la mañana o por la noche, pero ten en cuenta que puede resultar más beneficioso comenzar el día con esta práctica que hacerlo antes de acostarte.
Antes de empezar con los baños de hielo faciales, mi piel estaba en mal estado después de un viaje de tres semanas por Europa que involucró poco sueño y mucho tiempo en aviones. Mi rostro estaba más hinchado de lo normal, lo que significaba que realmente podría evaluar si una semana de baños helados marcaría la diferencia. Cada mañana, llenaba un recipiente con agua helada y sumergía mi rostro en él durante 30 segundos. Los primeros días, me costó mantener la cabeza bajo el agua durante tanto tiempo, pero al tercer día ya me había acostumbrado. ¿Algo a lo que nunca me acostumbré, incluso después de una semana? El choque que sientes en tu sistema al sumergir el rostro en agua helada justo después de despertar. No soy una persona madrugadora por naturaleza, y esta fue una manera efectiva de comenzar el día.
Aunque no esperaba con ansias mi baño matutino, sí esperaba con ansias el aspecto de mi piel después. Mis mejillas parecían notablemente menos hinchadas, y la hinchazón alrededor de mis ojos y barbilla disminuyó. Además, mi tono de piel se veía visiblemente más suave y uniforme, hasta el punto de que decidí omitir los productos para el cutis varias veces durante el experimento. Adiós, corrector (al menos por ahora).
En términos generales, me fascinó cómo lucía mi piel después de una semana de aplicar baños de hielo en casa… pero no lo suficiente como para considerar incorporarlo a mi rutina diaria. El proceso demanda más esfuerzo del que realmente vale la pena, y el constante llenado de bandejas de hielo simplemente no encaja con mi estilo de vida (además, desechar el agua sobrante después de cada facial me genera cierta culpabilidad).
Si no te atrae la idea de sumergir tu rostro en agua helada por la mañana, no te preocupes. Hay otras formas de obtener los mismos beneficios para una piel tersa y radiante sin necesidad de recurrir al hielo. “Si no te agrada la idea de sumergir tu cara en agua helada, puedes utilizar herramientas como rodillos de hielo y globos faciales fríos para lograr los mismos resultados”, sugiere el Dr. Yadav. “También puedes enfriar tus mascarillas para obtener efectos similares, aunque en menor escala”.
Con información de Well + Good
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