Así es la vida: Construir un ventanal hacia la regadera
Cuando estaba por terminar de construir la casa de nuestros sueños, al arquitecto que contratamos mi esposa y yo le surgió una duda...
Cuando estaba por terminar de construir la casa de nuestros sueños, al arquitecto que contratamos mi esposa y yo le surgió una duda importante: la ubicación de un ventanal orientado directamente hacia nuestra ducha.
—Me temo que sus vecinos podrían verlos “al natural” —comentó.
Para tranquilizarlo, mi esposa le dio una respuesta convincente:
—No se preocupe. Ya somos personas de edad madura. Los vecinos sólo querrán mirarnos una vez.
Gregg Barner, Canadá
El capataz de la fábrica en la cual trabajo se presentó un día en las oficinas y anunció que iba a ser papá de unos gemelos.
Todos los empleados presentes lo felicitaron cordialmente, y pronto surgió la inevitable pregunta acerca del sexo de los bebés, pero el capataz dijo que no estaba autorizado para revelar esa información.
—¿Y tienes permitido decirnos si los bebés son idénticos? —preguntó uno de los trabajadores.
El futuro padre se quedó pensativo un momento, y luego respondió:
—No, no son iguales.
Steve Rowsell, Canadá
Tras 25 años de usar anteojos, mi hermana se compró unos nuevos, pero no parecía contenta con ellos.
—Ese armazón te queda muy bien —le aseguré.
—Supongo que sí —respondió con una expresión de desconsuelo.
—¿Ves mejor con ellos?
—Sí, ahora veo con toda claridad.
—Entonces, ¿cuál es el problema?
—Pues… para empezar —repuso, suspirando—, yo creía que aún tenía una cara bonita.
Judee Norton, Estados Unidos
Poco después de que murió mi abuela, llevé a mi pequeña hija a visitar su tumba, situada junto a una hilera de pinos.
—¡Qué bonito! —exclamé—. La abuela descansa en un lugar especial aquí en la sombra.
—Ay, mamá, ¡todos aquí están en la sombra! —respondió la niña.
Sandra Shea-Crabbe, Estados Unidos