Viaja con tu familia: te esperan playas, museos, acuarios y mucha diversión
Sin importar la edad que tengan tus hijos, viajar siempre será una de las mejores experiencias que puedes brindarles. Aquí hay algunas sugerencias.
Playas, museos interactivos, acuarios y muchas otras diversiones y experiencias inolvidables por nuestro país para ti y tus seres queridos.
Viajar abre nuestra mente y nuestro corazón: descubrir lugares nuevos, sean cercanos o lejanos, nos cambia para bien. Sin importar la edad que tengan tus hijos, viajar siempre será una de las mejores experiencias que puedes brindarles. Te presentamos aquí algunas sugerencias para viajar por México, para todos los gustos y en diferentes épocas del año.
Pasan los años y sigue siendo uno de nuestros destinos favoritos. Quizá se deba a su excelente clima o a su variedad de hoteles para todos los presupuestos.
Elige la playa que visitarás de acuerdo con la intensidad del oleaje: la bahía de Santa Lucía (“la Costera”) y Caleta y Caletilla son las más tranquilas, mientras que Barra Vieja y Bonfil ofrecen aguas pacíficas poco profundas y deliciosas opciones gastronómicas.
Los niños también se divertirán en el Parque Acuático CICI y en el Parque Papagayo, el pulmón ecológico de Acapulco.
Este destino es ideal para vacaciones en familia. Tiene varias playas muy atractivas para elegir: Los Muertos es la única con muelle; en Playa de Oro hay bellas configuraciones rocosas, y Conchas Chinas se caracteriza por sus “pilitas”, o albercas naturales.
También está Quimixto, uno de los mayores pueblos pesqueros de Bahía de Banderas; puedes llegar allí en taxi acuático.
¿Relacionarías este puerto con el ecoturismo? Además de disfrutar las playas, entre diciembre y abril puedes observar delfines, ballenas y leones marinos; consulta en el Acuario de Mazatlán las fechas de liberación de tortugas.
Si tus hijos son mayores, visiten el Parque Huana Coa, dedicado a los deportes de aventura; si son pequeños, el Parque Mazagua ofrece albercas y toboganes acuáticos. Y para una experiencia diferente, visiten alguna de las Tres Islas.
En tiempos prehispánicos Xel-Há (“donde nace el agua”) fue un refugio de navegantes, centro de comercio y punto de peregrinación. Hoy es un parque ecoturístico que se puede recorrer a pie, en bici o en minitren; allí podrán nadar, hacer snorkel o disfrutar tirolesas, lianas, senderos y un área especial para niños.
Además, junto al vivero, está el Meliponario o criadero de abejas, insectos muy importantes para los antiguos mayas.
Los chicos aman a los dinosaurios. ¿Qué tal llevarlos a un lugar donde dejaron huellas de su existencia? Empiecen por el Museo del Desierto, en Saltillo, que presenta una recreación del territorio coahuilense de hace más de 70 millones de años. El museo, además, posee el único esqueleto de Tiranosaurio rex en México, de más de 11 metros de largo y 3 de altura.
Cerca, en Porvenir de Jalpa, se halló el rastro de 227 huellas de dinosaurio fosilizadas, mientras que en Parras de la Fuente se descubrieron pinturas rupestres (tal vez necesiten contratar un guía para visitar estos sitios).
Cada año, entre enero y marzo, las ballenas grises llegan al Mar de Cortés para aparearse o parir a sus crías. Verlas es una experiencia mágica.
Se ofrecen excursiones a mar abierto en Puerto San Carlos y Puerto Adolfo López Mateos, ambos de fácil acceso desde La Paz, Los Cabos y Loreto. Los recorridos pasan cerca del Arco de Piedra (y de los leones marinos que duermen sobre las rocas cercanas), ¡y en ocasiones son acompañados por delfines curiosos!
Ideal para quienes buscan algo distinto. Contemplen los murales de la zona arqueológica de Cacaxtla, visiten el Museo Nacional del Títere (con la colección de los hermanos Rosete Aranda, famosos titiriteros del siglo XIX), en Huamantla, y hagan un recorrido por las haciendas para conocer su historia.
No se pierdan estos dos eventos: La Noche que Nadie Duerme, a mediados de agosto, cuando las calles de Huamantla se cubren con hermosos tapetes de aserrín de colores, y el Santuario de las Luciérnagas, cuando de junio a agosto estos insectos iluminan las noches en el bosque situado entre Nanacamilpa y Españita.
Por sus características físicas, Durango sirvió como escenario de más de 150 westerns. Hoy, inspirados en esa época, hay allí varios parques temáticos construidos a partir de esos sets.
Uno es Viejo Oeste (también se le conoce como Villa del Oeste), donde encontrarán restaurantes, paseos en carreta y espectáculos con actores. Compra tus boletos en la Plaza de Armas; de ahí salen camiones que los llevarán de ida y vuelta.
El objetivo principal de este museo es hacer que los niños se interesen en la ciencia y la tecnología. Cuenta con un planetario y un observatorio, el Jardín de la Ciencia, para entender los principios físicos de forma divertida, el
Taller de Paleontología y un set de radio y televisión.
Av. San Miguel s/n, Jardines del Parque, Aguascalientes
Ubicado en el Parque Tangamanga, fue diseñado por Ricardo y Víctor Legorreta. Cuenta con cinco salas de exhibición, dedicadas a la tecnología cotidiana, el espacio, la naturaleza y el mundo microscópico. También dispone de un espacio exclusivo para los niños más pequeños.
Blvd. Antonio Rocha Cordero s/n, San Luis Potosí
El museo busca promover y divulgar la ciencia, la tecnología y el arte. Cuenta con un planetario, un jardín botánico especializado en cactáceas, un espacio artístico que incluye teatro negro, un paseo arqueológico al aire libre, un kritosaurus llamado Camila, y el Dinoparque, con recreaciones de las especies animales de los periodos Triásico, Jurásico y Cretácico.
Carretera México-Pachuca km. 84.5 s/n, Pachuca, Hidalgo
Ubicado en el Horno Alto Número 3 de la Fundidora de Monterrey, es un centro interactivo enfocado en la industria del acero.
Además de las áreas que muestran los procesos de elaboración, están la Casa de la Tierra (donde puedes visualizar fenómenos meteorológicos con información constantemente actualizada por la NASA) y el Paseo por la Cima, que te permite caminar sobre el sistema de estufas mientras disfrutas de una impresionante vista panorámica de la ciudad.
Avenida Fundidora y Adolfo Prieto, Parque Fundidora, Monterrey, Nuevo León