Un nuevo estudio publicado en la revista Health Data Science ha establecido un vínculo entre la mala calidad del sueño y el riesgo de padecer diversas enfermedades crónicas. Los investigadores han asociado un descanso deficiente con un total de 172 enfermedades diferentes, incluyendo padecimientos graves como la demencia, el Parkinson y la diabetes tipo 2.
El estudio, que analizó datos de más de 88,000 adultos, resalta que 92 de estas 172 enfermedades tenían más del 20% de su riesgo correlacionado con hábitos de sueño deficientes, como horarios irregulares. Este hallazgo subraya la importancia crítica del sueño, no solo en términos de duración, sino también de consistencia.
Puedes leer: Mouth taping: ¿mejor sueño o una peligrosa moda viral?
Uno de los descubrimientos más sorprendentes del estudio es que la regularidad del sueño podría ser más decisiva que su duración total. Según los investigadores, un ritmo de sueño alterado —como los horarios irregulares para acostarse— puede ser un factor de riesgo para el desarrollo de enfermedades, incluso si la persona duerme la cantidad de horas recomendada.
Este hallazgo sugiere que el ritmo y la duración del sueño pueden influir en diferentes aspectos de nuestra salud, lo que lleva a redefinir lo que se considera un “buen sueño”. La regularidad emerge como un factor clave para mantener el equilibrio de los sistemas biológicos del cuerpo.
Expertos que no participaron en el estudio señalan que, si bien la investigación muestra una fuerte asociación entre el mal sueño y estas enfermedades, no necesariamente demuestra una relación de causa y efecto. Sin embargo, recalcan que el sueño es un “comportamiento modificable” que puede ser una intervención clave para mejorar la salud y la longevidad.
El siguiente paso en la investigación es determinar si las intervenciones dirigidas, como promover un horario de sueño más regular, pueden mejorar los resultados de salud en poblaciones específicas.
[Puedes leer: Cómo la falta de sueño puede causar inflamación]
Si experimentas problemas para dormir, no estás solo. Para ayudarte a mejorar tu descanso, se recomienda:
Si presentas dificultades persistentes para conciliar el sueño, te despiertas con frecuencia durante la noche, o tienes somnolencia diurna excesiva, es importante que consultes a un médico. Estos síntomas podrían ser indicio de afecciones subyacentes como la apnea del sueño o un trastorno del estado de ánimo.
Este estudio refuerza la idea de que el sueño no es un estado pasivo, sino un proceso vital que sustenta casi todos los aspectos de nuestra salud física, mental y emocional. La calidad del sueño y, en particular, su regularidad, son determinantes fundamentales de la salud.
Ahora que sabes que tu horario de sueño podría estar afectando tu salud de maneras insospechadas, ¿estás prestando suficiente atención a tu descanso nocturno?