Todos hemos escuchado alguna vez esa pequeña voz en nuestra mente que nos habla, nos guía y nos hace cuestionar nuestras decisiones. Esta voz interior es una parte fundamental de nuestra experiencia humana. Pero, ¿alguna vez te has preguntado para qué sirve realmente? y ¿Qué pasaría si no la tuviéramos?
Es importante distinguir entre la voz interior y los simples pensamientos. La voz interior es más estructurada y deliberada, mientras que los pensamientos pueden ser más aleatorios y espontáneos.
La voz interior y la conciencia
Está estrechamente relacionada con la conciencia, la capacidad de ser consciente de uno mismo y de nuestro entorno. Estudios neurobiológicos han demostrado que la conciencia está asociada principalmente con el hemisferio izquierdo del cerebro, que juega un papel crucial en el lenguaje en la mayoría de las personas.
Las investigaciones han revelado que las personas que sufren daños en el hemisferio izquierdo que causan afasia (dificultad para comprender o expresarse), también pierden su voz interior. Un ejemplo notable es el caso de Lauren Marks, quien durante su recuperación de afasia, carecía de conciencia del presente, pasado y futuro.
El psicólogo Claude S. Moss señaló que Marks, no podía imaginar ni preocuparse por el futuro mientras estaba hospitalizado con afasia. Se limitaba a existir, sin poder expresarlo verbalmente.
Por otro lado es interesante saber que las personas sordomudas pueden sentir ese discurso interno de una manera diferente. Si el individuo ha nacido sin la capacidad para oír y hablar, se expresa con gestos, señas o imágenes. Pero si, por el contrario, perdió esos sentidos más tarde, la voz interior sí que puede estar presente en forma de sonidos.
¿Cómo afecta carecer de voz interior?
La anendofasia, la ausencia de esta voz, es una condición poco común que afecta a un pequeño porcentaje de la población. Las personas con anendofasia pueden experimentar dificultades para reflexionar sobre sus experiencias, planificar el futuro o incluso tener un sentido de sí mismas.
Un estudio reciente utilizó el “Cuestionario de Variedades del Habla Interna” (VISQ) para evaluar la variabilidad en la experiencia de la voz interior. Los resultados del estudio sugieren que las personas con una voz interna más débil pueden tener un rendimiento inferior en tareas cognitivas específicas, como la memoria verbal y la detección de rimas.
Sin embargo, estas diferencias desaparecen cuando se expresan en voz alta, lo que indica que el habla interna y externa pueden ser herramientas equivalentes en algunos casos.
¿Se puede entrenar ?
Desafortunadamente, la voz interior se desarrolla en la primera infancia junto con el área del cerebro llamada corriente dorsal del lenguaje. Esto significa que los adultos no pueden entrenarla de manera significativa.
Sin embargo, los estudios han demostrado que la voz interior evoluciona a partir del diálogo en voz alta con nosotros mismos. Esto sugiere que los niños pueden beneficiarse de actividades que fomenten el diálogo interno, como leer en voz alta, contar historias o simplemente hablar consigo mismos.
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Con información de The Conversation