Durante casi un siglo, los científicos han repetido una idea casi mística: el 95 % del universo está hecho de algo que no podemos ver ni tocar. La llaman materia oscura y energía oscura, dos enigmas que explican por qué las galaxias giran tan rápido y por qué el universo se expande sin detenerse.
Pero, ¿y si todo fuera una ilusión cósmica?
Un físico canadiense, Rajendra Gupta, de la Universidad de Ottawa, acaba de proponer una teoría que podría cambiar lo que creíamos sobre el origen y la edad del universo. Según su investigación publicada en la revista Galaxies, la materia y la energía oscuras podrían no existir realmente, sino ser el resultado de un universo que envejece y pierde fuerza con el tiempo.
El universo podría estar “cansándose”
Gupta sugiere que las fuerzas del universo —como la gravedad o la velocidad de la luz— se debilitan gradualmente a medida que el cosmos se expande. Este lento deterioro provocaría dos efectos engañosos:
-
A gran escala, parecería que hay una energía que acelera la expansión (la famosa energía oscura).
-
A escala galáctica, parecería que existe una fuerza adicional que mantiene las estrellas unidas (la llamada materia oscura).
En otras palabras, lo que vemos podría ser solo un reflejo de un universo envejecido, no la acción de partículas invisibles.
Las “constantes” que podrían no ser tan constantes
Esta teoría rompe con una de las creencias más sólidas de la física moderna: que las leyes del universo no cambian.
Gupta plantea que las constantes físicas, como la velocidad de la luz o la fuerza de la gravedad, podrían variar ligeramente con el paso del tiempo.
Al incorporar esos cambios en las ecuaciones de Einstein, surgen términos que imitan matemáticamente los efectos de la materia y la energía oscuras, sin necesidad de que existan realmente.
Su modelo introduce una nueva variable llamada alfa (α), que describe cómo cambian estas fuerzas según la densidad de materia. En los centros de las galaxias, donde hay más masa, alfa es casi cero; pero en los bordes, aumenta y genera una gravedad adicional que explica por qué las estrellas se mueven tan rápido.
Un universo mucho más viejo de lo que pensamos
Si la teoría de Gupta es correcta, el universo no tendría 13 800 millones de años, como se creía, sino 26 700 millones.
Esto resolvería uno de los grandes enigmas del telescopio James Webb, que ha detectado galaxias “demasiado maduras” para haber surgido tan pronto después del Big Bang.
Con más tiempo para formarse, el cosmos dejaría de parecer un lugar tan apresurado.
“Tal vez los mayores secretos del universo no sean más que trucos jugados por las constantes evolutivas de la naturaleza”, resume Gupta.
Reacciones de la comunidad científica
Por supuesto, no todos están convencidos.
El astrofísico Brian Keating, de la Universidad de California en San Diego, advierte que “las afirmaciones extraordinarias exigen pruebas extraordinarias”.
Otros expertos señalan que el modelo aún necesita comprobarse con observaciones nuevas y más amplias, especialmente en fenómenos como las lentes gravitacionales o los cúmulos de galaxias.
Sin embargo, incluso los más escépticos reconocen que teorías como esta ayudan a poner a prueba los límites del conocimiento humano y a replantear lo que creemos saber sobre el cosmos.
¿Y si el universo no escondiera nada?
Por ahora, la materia oscura sigue siendo uno de los grandes misterios del siglo XXI.
Pero si Rajendra Gupta tiene razón, el universo podría ser más simple —y más viejo— de lo que pensamos.
Tal vez no existan fuerzas ocultas moviendo las galaxias, sino solo un cosmos que sigue cambiando lentamente, junto con nosotros.
Y, como siempre en ciencia, cada respuesta abre una nueva pregunta: ¿hasta dónde llega nuestra capacidad de comprender lo invisible?