A sus diez años, Zion recuerda que utilizaba sus antebrazos para escribir, comer y jugar videojuegos.
Desde que perdió sus manos y sus pies a los 2 años a causa de una gangrena, la parte del cerebro que envía señales a las extremidades había permanecido dormida, Pero en el extenso proceso de rehabilitación aprendió a utilizarlas nuevamente.
“Nunca he visto a Zion llorar. Nunca lo he visto no querer hacer sus terapias. Es un ser humano extraordinario. Ha sido muy valiente y determinado. Ha sido una inspiración para todos”, comentó El Doctor L. Scott Levin, director del programa de trasplante de manos del Hospital Infantil de Filadelfia.
En varias ocasiones utilizó prótesis para sus manos pero los médicos sugirieron el trasplante como opción. Su madre, Pattie Ray, recordaba orgullosa que la decisión de seguir adelante con la cirugía fue completamente de su hijo: “Estoy aquí para apoyarlo con todo lo que quiera hacer siempre y cuando se limite a pelotas de béisbol, no de fútbol”.
Un equipo de 40 médicos, dividido en cuatro equipos, intervino durante 11 horas a Zion Harvey para realizar la complicada operación en el quirófano. Los cirujanos tuvieron que asegurarse de que las manos crecerían junto con el niño.
Harvey continúa con el proceso de rehabilitación, y tendrá que tomar medicamentos toda su vida para evitar un rechazo.
“Si algún niño ve esto y está pasando por un momento duro, no se rindan, eventualmente todo va a estar bien”, dijo el pequeño durante la celebración del aniversario de su cirugía.
Fuente: BBC