Verdades que las personas olvidan con el paso del tiempo
“¿Qué me hará feliz?” Y “¿Qué me dará el éxito?” Son dos de las preguntas más importantes, pero son dos cosas diferentes y es inteligente saberlo.
No importa si eres una persona inteligente y tienes el coeficiente intelectual de un genio y un doctorado en física cuántica, no se puede cambiar nada, ni hacer ningún tipo de progreso en el mundo real, si no se toma acción. Hay una gran diferencia entre saber cómo hacer algo y hacerlo realmente.
El conocimiento y la inteligencia son inútiles sin acción. Es tan simple como eso.
Conozco a una mujer de negocios muy inteligente, ganó casi un millón de dólares al año. Cada empresario que conozco considera que ella es extremadamente exitosa, pero ¿adivinen qué? Hace unos días, de repente, me dijo que estaba deprimida.
¿Por qué? ”Estoy exhausta y sola. No he tenido suficiente tiempo para mi últimamente”, dijo. Pensé: ”Una de las personas más exitosas que conozco no es feliz.”
También conozco a un surfista, es uno de los chicos más alegres y optimistas que he conocido, siempre con una sonrisa de oreja a oreja.
Pero duerme en una furgoneta, de la que es co-propietario con otra persona que también practica surf. Así que, aunque no puedo negar que este hombre parece feliz, yo no calificaría su vida como una historia de éxito.
“¿Qué me hará feliz?” Y “¿Qué me dará el éxito?” Son dos de las preguntas más importantes que puedes hacerte. Pero son dos cosas diferentes.
No importa cómo te ganes la vida o para quién trabajes, en realidad sólo trabajas para una persona, y esa eres tú. La gran pregunta es: ¿Qué estás vendiendo, y a quién?
Incluso cuando trabajes a tiempo completo, asalariado, en una multinacional, aún eres responsable de tu propio negocio. Estás vendiendo una unidad de ti (una hora de tu vida) a un precio determinado (la fracción asociada a tu salario) a un cliente (el empleador).
Así que, ¿cómo puedo simultáneamente ahorrar tiempo y aumentar mis ganancias? La respuesta es ligeramente distinta para cada persona.
Aquí en el siglo XXI, donde la información se mueve a la velocidad de la luz y las oportunidades para la innovación parecen no tener fin, tenemos una abundante variedad de opciones cuando se trata de diseñar nuestras vidas y carreras. Pero, lamentablemente, una gran cantidad de opciones a menudo lleva a la indecisión, la confusión y la inacción.
Varios negocios y estudios de mercado han demostrado que entre más opciones tenga el consumidor para elegir, menos productos compran.
Después de todo, escoger el mejor producto de un grupo de tres opciones es sin duda mucho más fácil que escoger el mejor producto de un grupo de trescientas opciones. Si la decisión de compra es difícil de hacer, la mayoría de la gente se da por vencida.
Así que si estás vendiendo una línea de productos, manténlo simple. Y si estás tratando de tomar una decisión acerca de tu vida, no pierdas todo tu tiempo evaluando hasta el último detalle de todas las opciones posibles.
Elige algo que creas que va a funcionar y dale una oportunidad. Si no funciona, elija otra cosa y sigue adelante.
Este punto está relacionado con el punto 2 de la felicidad y el éxito, pero se sustenta por si mismo… Tratar de ser perfecto es una pérdida de tiempo y energía.
La perfección es una ilusión. Todas las personas, incluso nuestros ídolos, son multidimensionales. Tienen dimensiones de éxito y dimensiones de fracaso presentes en sus vidas.
Nuestra dimensión de éxito por lo general abarca las cosas en las que pasamos la mayor parte del tiempo. Somos exitosos en estas dimensiones debido a nuestro prolongado compromiso hacia ellos.
Esta es la parte de nuestras vidas que queremos que otros vean – la parte exitosa que guarda nuestra vida laboral. Es la idea de poner nuestro mejor yo adelante. Es el personaje público que imaginamos como nuestro legado personal: “El exitoso ABC” o “El ganador de premios XYZ”.
Pero detrás de ese personaje que promovemos públicamente, se encuentra un multidimensional ser humano con una larga lista de fracasos no declarados.
A veces esta persona es un mal marido o mala esposa. A veces, esta persona se ríe a expensas de los demás.
Los errores te enseñan lecciones importantes. Cada vez que cometas uno, estás un paso más cerca de tu meta. El único error que realmente puede dañar, es el elegir no hacer nada simplemente porque estas demasiado asustado de cometer algún error.
Así que no dudes, no dudes de ti mismo. La vida, rara vez es sobre “tener una oportunidad”, se trata de “tomar una oportunidad”.
Nunca estarás 100% seguro de que las cosas funcionarán, pero siempre se puede estar 100% seguro de que no hacer nada no funcionará. ¡La mayoría de las veces sólo tienes que lanzarte!
Y no importa cómo resulta, siempre termina de la manera en que debe terminar. Ya sea que tenga éxito o aprenda algo. Recuerda, si no actúas, nunca lo sabrás con seguridad.
Aunque no estoy sugiriendo elegir una carrera u oficio que no te guste, he oído muchas veces a personas inteligentes decir algo como: “Para ser grande en lo que haces, te tiene que gustar lo que haces”. Esto simplemente no es del todo verdad.
Un buen amigo es contador público. Él me ha dicho en numerosas ocasiones que no le gusta su trabajo – “que le aburre a muerte.” Pero con frecuencia obtiene aumentos y promociones.
A la edad de 28 años es una eminencia como contador en su división, es uno de los dos únicos que fueron promovidos a Contadores Senior. ¿Por qué? Porque a pesar de que no le gusta hacerlo, es muy bueno.
Podría llegar a decenas de otros ejemplos como este, pero te ahorraré los detalles. Sólo ten en cuenta que si alguien le dedica suficiente tiempo y atención al perfeccionamiento de una habilidad, puede ser increíblemente bueno haciendo algo que no les gusta hacer.
Muy a menudo, los problemas que tenemos con los demás – cónyuge, padres, hermanos, etc. – en realidad no tienen mucho que ver con ellos en absoluto, debido a que muchos de los problemas que creemos tener con ellos, son inconscientemente creados en nuestra propia mente.
Tal vez hicieron algo en el pasado que tocó en uno de nuestros miedos o inseguridades. O tal vez no hicieron algo que esperábamos que hicieran. En cualquier caso, problemas como estos no son sobre las otras personas, son sobre nosotros.
Y está bien. Eso simplemente significa que estos predicamentos serán fáciles de resolver. Somos, después de todo, responsables de nuestras propias decisiones.
Tenemos que decidir si queremos mantener nuestra cabeza llena de cosas del pasado, o en su lugar, abrir nuestras mentes a una realidad positiva en frente de nosotros.
Todo lo que necesitamos es la voluntad de ver las cosas un poco diferentes – soltar “lo que era” y “lo que debería haber sido”, y en su lugar, enfocar nuestra energía en “lo que es” y “lo que podría ser posible.”
Las decisiones impulsadas por las emociones suelen ser reacciones equivocadas, en lugar de juicios racionales. Estas reacciones son el subproducto de una mínima cantidad de pensamientos conscientes y basadas principalmente en “sentimientos” momentáneos en lugar pensamientos consientes.
El mejor consejo es simple: No dejes que tus emociones triunfen sobre tu inteligencia. Relájete y piensa las cosas antes de tomar cualquier decisión que afecte tu vida.
La principal cosa que constantemente veo que hace que las personas inteligentes den marcha atrás es su propia renuencia a aceptar una oportunidad, simplemente porque no creen estar listos.
En otras palabras, creen que requieren nuevos conocimientos, habilidades, experiencias, etc. antes de que se puedan afrontar adecuadamente la oportunidad. Lamentablemente, este tipo de pensamiento es el que ahoga el crecimiento personal.
La verdad es que nadie se siente 100 % listo cuando una oportunidad aparece. Ya que la mayoría de grandes oportunidades en la vida nos obligan a crecer emocional e intelectualmente.
Nos obligan a expandirnos a nosotros mismos y a nuestras zonas de confort, lo que significa que no nos sentiremos totalmente cómodos al principio. Y cuando no nos sentimos cómodos, no nos sentimos preparados.
Sólo recuerda que los momentos con oportunidades significativas para el crecimiento y desarrollo personal van y vienen a lo largo de nuestras vidas.
Si estás buscando hacer cambios positivos en tu vida, tendrás que aceptar estos momentos de oportunidad incluso si nunca te sientes 100% listo para ellos.