La salud de nuestros huesos es un aspecto fundamental de nuestro bienestar general, pero a menudo la ignoramos hasta que se convierte en un problema. La mayoría de nosotros solo empezamos a pensar en nuestros huesos cuando experimentamos una fractura. Sin embargo, es crucial prestar atención a la salud ósea desde una edad temprana. La salud ósea no es solo un “problema de personas mayores”; de hecho, establecer hábitos saludables durante la juventud es vital para prevenir la osteoporosis y otros problemas relacionados con los huesos más adelante en la vida.
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Según el Dr. Serign Marong, médico familiar de Banner Health en Tucson, AZ, “la salud ósea es como otros aspectos de nuestra salud en los que debemos trabajar durante años”. Al igual que con otras enfermedades crónicas, adoptar prácticas saludables desde una edad temprana es la mejor forma de tratamiento y prevención.
La osteoporosis, una condición que debilita los huesos, es una realidad para casi 54 millones de estadounidenses, quienes la padecen o están en riesgo de desarrollarla. Además, muchos sufren de enfermedades articulares degenerativas, como la osteoartritis, que pueden causar dolor y pérdida de función.
Si deseas conocer más sobre los factores de riesgo de la osteoporosis, puedes consultar materiales adicionales sobre el tema. Afortunadamente, nunca es demasiado tarde para cuidar tus huesos y frenar la pérdida ósea. A continuación, te presentamos cinco consejos prácticos para mantener la salud ósea a cualquier edad:
1. Mantén un peso saludable
Mantener un peso normal, ni demasiado alto ni demasiado bajo, es crucial para la salud de los huesos. Un peso bajo puede aumentar el riesgo de osteopenia y osteoporosis, mientras que la obesidad puede afectar la calidad ósea y aumentar el riesgo de fracturas. El ciclo de pérdida y ganancia de peso también puede ser perjudicial. Si necesitas perder peso, consulta a un médico o a un nutricionista para que te ayude a hacerlo de manera segura.
2. Muévete
La actividad física regular es fundamental para fortalecer los huesos. Al igual que los músculos, los huesos se benefician del ejercicio físico. Intenta realizar al menos 30 minutos de actividad física diaria. Puedes elegir entre caminar, correr, bailar, nadar, ciclismo, practicar yoga o pilates, entrenamiento con pesas, estiramientos ligeros, entre otras opciones. Siempre consulta a un médico o a un profesional antes de iniciar un nuevo régimen de ejercicios.
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3. Lleva una dieta equilibrada
Una alimentación equilibrada rica en calcio y vitamina D es esencial para la salud ósea. Intenta consumir al menos cinco porciones de frutas y verduras, tres porciones de lácteos y alrededor de nueve porciones de proteína semanalmente. Limita los alimentos procesados y aquellos altos en azúcar y grasa. Si crees que puedes tener deficiencia de nutrientes, consulta a un médico antes de tomar suplementos.
4. Evita el alcohol, la cafeína y el tabaco
El consumo excesivo de alcohol, cafeína y tabaco está asociado con un mayor riesgo de osteoporosis. Reduce la cafeína cambiando a opciones descafeinadas y limita el alcohol a una bebida al día para mujeres y dos para hombres. Si fumas, considera inscribirte en un programa de cesación.
5. Hágase una densitometría ósea
Si tienes preocupaciones sobre la salud de tus huesos, no dudes en programar una cita con tu médico. Pueden recomendar una prueba de densidad ósea, conocida como DEXA, para evaluar el estado de tus huesos. Aunque esta prueba no fortalecerá tus huesos, te dará información valiosa sobre tu densidad ósea y cualquier riesgo potencial de osteoporosis.
Tomar medidas proactivas para cuidar tus huesos desde una edad temprana puede hacer una gran diferencia en tu salud ósea a largo plazo. ¡Empieza hoy mismo a construir un futuro más fuerte y saludable!