Recuerda que alterarse puede hacer más grande el problema y perjudicar a las personas que se encuentren contigo.
Lo mejor es responder de manera tranquila y dejar el asunto en manos de profesionales. Verifica que tú y tus acompañantes se encuentren bien.
Evita hacer tratos; los ajustadores están capacitados para determinar el impacto del accidente, pero no olvides tener a la mano el número de la póliza de seguro, tu nombre completo, el modelo y las placas de tu auto, así como el lugar donde ocurrió el accidente.
A menos que tu vida esté en peligro, lo mejor es permanecer en el lugar del accidente y mover los autos si éstos bloquean el tránsito.
No hay de qué preocuparse; hoy los peritos pueden verificar la responsabilidad del accidente por los golpes ocasionados en el vehículo, pero si tienes dudas, es recomendable tomar fotografías de varios ángulos como evidencia.
Si el siniestro ocurre en la noche en una vialidad importante o carretera, utiliza las luces de emergencia para que un automóvil vislumbre el percance.
También los triángulos reflectantes en el asfalto ayudan a advertir a otros autos y, de preferencia, un chaleco reflectante te brinda mayor seguridad.
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Recuerda que es indispensable tener a la mano alguna identificación oficial, el permiso de conducir, la tarjeta de circulación y la póliza de seguro.
También recabar información de los testigos e implicados, como las placas del auto, por si fuera necesario levantar un acta.
Tan sólo en el 2015, se registraron 378 mil 232 accidentes en las zonas urbanas del país, el 34% de los cuales hubo víctimas mortales (INEGI).
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