Opciones para aliviar las molestias que provoca el dolor de várices
Las várices no solo aparecen en las piernas, y esto puede ocurrir debido al embarazo, estreñimiento, un tumor, al sobrepeso o la obesidad.
Las várices, que no solo aparecen en las piernas sino que también pueden formarse en otras partes del cuerpo, se pueden formar cuando la presión sanguínea aumenta dentro de las venas. Puede ocurrir debido al embarazo, estreñimiento, un
, o al sobrepeso y obesidad.Las venas tienen válvulas unidireccionales dentro que se abren y cierran para mantener la circulación de la sangre hacia el corazón. Sin embargo, estas válvulas pueden dañarse o debilitarse provocando que la sangre se acumule y esto hace que las venas puedan crecer y distorsionarse, dando lugar a las várices.
Permanecer de pie por periodos largos hace que la sangre se estanque en la parte baja de las piernas, lo que ocasiona presión en las venas. Siempre que sea posible, toma descansos cada 15 o 20 minutos y siéntate con las piernas un poco en alto, con esto dismuirás la posibilidad de que las várices aparezcan.
Las zarzamoras, las frambuesas y las fresas contienen flavonoides, pigmentos que ayudan a fortalecer las paredes de los vasos sanguíneos, y a prevenir las várices y las hemorroides. Adopta el hábito de consumir bayas como postre después de comer, o de incluirlas en el cereal de la mañana.
Elevar las piernas evita que la sangre se estanque en las venas. Cuando te sientes a ver televisión o te acuestes a descansar un rato en la cama, mantén los pies un poco más arriba del nivel del corazón para reducir el riesgo de que la sangre se acumule en la parte inferior de las piernas, evitando la creación de várices.
Levántate y ponte en movimiento: es la única manera eficaz de fortalecer las pantorrillas y mantener la circulación de la sangre en las piernas.
Empieza con una caminata regular antes del desayuno o después de la cena. Si pasas gran parte del día sentado detrás de un escritorio, flexiona los pies hacia arriba para mejorar la circulación.
Si trabajas de pie, haz que tu sangre circule varias veces en una hora levantando los dedos de los pies, cambiando el peso de un pie al otro, doblando las piernas y caminando en el mismo sitio, recuerda que el movimiento ayuda contra las várices.
Aunque no lo creas, esos pantalones ceñidos que resaltan tan bien tu figura no son recomendables. Nunca uses ropa ajustada que pueda reducir la circulación sanguínea en la parte superior de tus piernas.
Si tienes algunos kilos de más, haz un esfuerzo por alcanzar un peso más saludable. No sólo te verás mejor, sino que reducirás la presión excesiva en las piernas y en el sistema circulatorio, y mejorarás el flujo sanguíneo.
Un amplio estudio realizado en Escocia demostró que tener sobrepeso u obesidad aumenta hasta en 58 por ciento el riesgo de padecer várices. Si reduces tu consumo de alimentos y haces ejercicios aeróbicos más a menudo, bajarás de peso y disminuirás ese riesgo.