Uno de esos cambios de personalidad es volverse más introvertido, lo cual probablemente se relaciona con la capacidad de la gente para funcionar bien en situaciones sociales.
Conservar la agudeza auditiva podría ayudarte a vivir más sano y feliz al llegar a la vejez.
Tal vez recuerdes a un abuelo tuyo que fue perdiendo poco a poco el oído, y eso quizá les esté pasando a tus padres y podría ocurrirte a ti también. ¿Y por qué no?
Se calcula que 30 por ciento de los hombres y 20 por ciento de las mujeres tienen una pérdida auditiva leve a los 70 años de edad, y a los 80, cerca de la mitad de todas las personas presenta esa mengua.
Sin embargo, hoy día la pérdida auditiva asociada con la edad no por fuerza significa una condena al silencio. Los mismos avances en telefonía celular que nos permiten oír a través de un auricular diminuto son parte de la nueva generación de amplificadores de sonido y auxiliares auditivos.
Los nuevos aparatos filtran mejor el ruido de fondo, y algunos están provistos de microchips cada vez más compactos y pequeños. Además, los científicos que trabajan en la tecnología del futuro buscan imitar el funcionamiento de los oídos sanos.
Aparte de poder oír a tus nietos o tus amigos cuando hablen contigo desde el otro lado de una mesa repleta de gente, conservar la agudeza auditiva podría ayudarte a vivir más sano y feliz al llegar a la vejez.
La pérdida del oído, y no el número de enfermedades que una persona ha tenido, cuán saludable se siente o lo bien que cuide de sí misma, es el factor que más tiene que ver con los cambios de personalidad que presentan los adultos mayores, indica un estudio reciente de la Universidad de Gotemburgo, Suecia.
Uno de esos cambios de personalidad es volverse más introvertido, lo cual probablemente se relaciona con la capacidad de la gente para funcionar bien en situaciones sociales, dicen los investigadores. Y añaden que los resultados de los estudios ponen de relieve la necesidad de brindar más apoyo a las personas que usan auxiliares auditivos para que se los pongan con mayor frecuencia cuando salen de casa y en lugares públicos.
Un reciente estudio realizado por investigadores médicos de la Universidad Johns Hopkins llegó a una conclusión similar. Dieron seguimiento a los cambios cerebrales de un grupo de personas mediante imágenes de resonancia magnética.
Las que tenían pérdida auditiva también mostraban una disminución significativamente mayor del tamaño de las zonas del cerebro que procesan los sonidos e intervienen en otros sentidos y en la memoria.
Esto significa que podría ser mejor tratar la pérdida auditiva en la fase inicial. “Conviene tratarla antes de que ocurran esos cambios cerebrales estructurales”, dice Frank Lin, uno de los autores del estudio.
(No te asustes. Presbiacusia es tan sólo otro nombre de la pérdida auditiva asociada con la edad).
Responde estas preguntas:
Si presentas alguna pérdida del oído, acude a tu médico para que te examine. Aunque no lo creas, podría tratarse de algo tan simple como un exceso de cerumen en los oídos.
