Dramas
Accidente en el mar: Carter insistió en que no se castigara al culpable
Carter insistió en que Stanton no fuera a prisión, prefería que trabajara con él en la seguridad del océano a estar sentado en una celda.
Carter insistió en que Stanton no fuera a prisión, prefería que trabajara con él en la seguridad del océano a estar sentado en una celda.
Esta es la última parte del artículo publicado en semanas anteriores. Aquí puedes leer la primera , segunda parte y tercera parte.
En junio de 2020, Carter volvió a trabajar. Sus funciones incluyen ayudar a rehabilitar a las tortugas marinas heridas en choques con botes.
Hoy puede doblar la rodilla derecha solo 90 grados. Le colocaron una prótesis de brazo, pero le incomoda. En general, su recuperación ha sido casi milagrosa, asegura el doctor Borrego.
Sanar en el aspecto físico es una cosa. El legado emocional es menos obvio. “Trato de no recordar cuán reales fueron el accidente, el pánico y el horror”, dice Viss. “Se siente más como un sueño o una pesadilla. Y trato de no pensar en lo que no puedo hacer y concentrarme en formas de solucionar las cosas”.
Una investigación arrojó que el Talley Girl iba al menos a 80 kilómetros por hora cuando ocurrió el percance, a pesar de la bandera roja con blanco en el agua, que significa “buzo abajo”.
En septiembre de 2020, Daniel Stanton Jr. fue acusado de maniobra intencional e imprudente de una embarcación, lo cual se castiga hasta con un año de cárcel. “Carter insistió en que no quería que Stanton fuera a prisión”, dice Chuck Viss. “Él dijo: ‘Prefiero que trabaje conmigo en la seguridad del océano a que esté sentado en una celda’”.
Dos meses después, durante la audiencia en la corte, Carter y Stanton Jr. se vieron por primera vez desde ese día en que sus vidas cambiaron. Leila y Chuck también estaban ahí, al igual que la madre de Stanton. Su padre asistió a través de Zoom. Las familias evitaron el contacto visual.
Viss leyó una declaración del impacto de la víctima y luego Daniel Stanton Jr. se dirigió a él de frente. Carter sabía que el remordimiento era genuino y profundo. “No había duda de cómo se sentía”, coincide Chuck. “Podías ver el dolor en sus ojos”.
El acusado fue sentenciado a 75 horas de servicio comunitario, un año de libertad condicional, una multa de 1,000 dólares y una orden judicial para trabajar con aquel a quien había lastimado en la legislación para mejorar la seguridad y conservación de los océanos.
Después, Carter se acercó a Stanton Jr. y le estrechó la mano. Las lágrimas fluyeron y el muro de silencio entre las familias se desvaneció. Cuando los dos hombres se abrazaron, Viss le dijo en voz baja al otro: “Hagamos una diferencia”.
Una de sus ideas es crear una mejor bandera que indique “buzo abajo”. El diseño actual es una bandera roja con una franja blanca diagonal. Sin embargo, dependiendo de la dirección del viento, es posible que un piloto de barco no la vea.
Carter prefiere una boya tridimensional más grande, visible en cualquier clima, con tiras reflectantes. Además, desea que exista un control de velocidad más estricto.
¿La resolución legal llevó al perdón? “El perdón viene del corazón”, dice el afectado. “Siento que voy en la dirección correcta. Si yo fuera él y tuviera que vivir con la culpa y el remordimiento, casi preferiría estar en mi lugar. Es una situación compleja en el sentido emocional, pero si puedo aliviar el dolor de otra persona, lo haré”.
