Desde hace tiempo está claro que la pandemia ha ocasionado una crisis psicosocial a escala mundial. Recientemente se dio a conocer que las búsquedas en Google sobre síntomas de ansiedad entre marzo y mayo fueron las más altas del buscador, según investigadores del Centro para la Salud, quienes analizaron datos del Instituto Qualcomm de la Universidad de California.
Lo que comemos incide directamente en nuestra salud física y emocional. Y aunque no existen cambios alimentarios que curen la ansiedad prestar atención a lo que se come es de gran ayuda, explica Craig N. Sawchuk de la Clínica Mayo.
Algunos alimentos relajan la mente porque producen serotonina y otros controlan nuestra ansiedad al producir, por ejemplo, saciedad. Comer, además, también es un acto emocional.
Aquí una lista de alimentos y sustancias que mejorarán tu estado de ánimo:
En la lista de alimentos antiansiedad no pueden faltar estas hojas verdes, una importante fuente de magnesio, que juega un papel fundamental en diversas de las vías, enzimas, hormonas y neurotransmisores relacionados con la regulación del estado de ánimo.
En un experimento realizado con ratones se descubrió que las dietas bajas en magnesio aumentan los comportamientos ansiosos. Además, es un relajante muscular natural.
Sin duda la niacina (o vitamina B3) es muy importante para alcanzar el bienestar físico y emocional. Ayuda al equilibrio del sistema nervioso y fomenta la adecuada marcha de las funciones psicológicas.
Esta fruta no puede faltar en tu dieta si quieres controlar la ansiedad y además cuidar la salud de tu cerebro. Su alto contenido de vitaminas del grupo B estimula la liberación de neurotransmisores como la serotonina y la dopamina, lo que induce una sensación de bienestar.
Tal vez te sorprenda, pero lo cierto es que incluso una deshidratación leve puede tener afectaciones en el estado de ánimo.
Se sabe que los hidratos de carbono elevan el nivel de serotonina en el cerebro, lo que produce un efecto tranquilizante. Incluye en tu dieta alimentos ricos en hidratos de carbono complejos como los granos integrales.
Investigaciones indican que un déficit provoca agitación, depresión, palpitaciones, insomnio, irritabilidad. El calcio se encuentra en todos los productos lácteos, así como en la soya.
Estimulantes
El estimulante más consumido es la cafeína, presente en café, té y bebidas de cola y energizantes. Rebasar 100 miligramos al día de cafeína agudiza los problemas de ansiedad.
También se recomienda alejarse del alcohol, que aunque en un principio desencadena un efecto desinhibidor, en realidad es un depresor del sistema nervioso, así que afecta negativamente al ánimo, que es lo que menos queremos en esta pandemia.
Los aditivos y productos artificiales usados en la comida industrial son muy dañinos. Son productos que el cuerpo humano procesa con gran dificultad. El glutamato de monosodio, uno de los aditivos artificiales más frecuentes, tiene un efecto irritante sobre el sistema nervioso.
El consumo excesivo de grasas no solo hace trabajar al sistema cardiovascular de una manera innecesaria, sino que intensifica las manifestaciones sintomatológicas de la ansiedad.
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