Si bien puede ser inofensivo en algunos casos, el bruxismo puede provocar dolor de mandíbula, dientes astillados e incluso dislocación de la mandíbula.
Puede que te hayas dado cuenta de que aprietas la mandíbula(bruxismo) repetidamente en los momentos críticos del trabajo, o tal vez tu pareja te despertó para decirte que te oía rechinar los dientes mientras dormías. También es posible que hayas notado síntomas relacionados, como dolor de mandíbula, dolores de cabeza o dientes astillados.
Si algo de esto te suena familiar, es posible que estés apretando la mandíbula. Una práctica común que parece bastante inofensiva pero que puede provocar efectos secundarios desagradables si no se controla.
He aquí por qué muchos de nosotros somos culpables de este hábito y cómo dejar de apretar la mandíbula (tus dientes te lo agradecerán).
También conocido como bruxismo, apretar la mandíbula es una afección que hace que alguien apriete, y rechine los dientes. Según la Biblioteca Nacional de Medicina, apretar la mandíbula puede ocurrir durante el día (bruxismo de vigilia o diurno) o mientras una persona está dormida (bruxismo nocturno o del sueño) .
Muchas personas que aprietan la mandíbula no se dan cuenta de que lo están haciendo. A veces, el bruxismo es lo suficientemente leve como para no causar muchos problemas. Pero para otras personas, apretar la mandíbula puede contribuir a efectos secundarios más molestos, que van desde dientes astillados hasta dolores de cabeza y dislocación de la mandíbula.
Los expertos creen que el bruxismo probablemente sea causado por una combinación de genética, factores del estilo de vida (el alcohol, la cafeína y fumar pueden aumentar el riesgo) y factores psicosociales como el estrés y la ansiedad, según el Instituto Nacional de Dental. e Investigación Craneofacial . Los trastornos del sueño y ciertos medicamentos también pueden influir.
Cualquiera puede desarrollar bruxismo, pero la afección parece ser especialmente frecuente en niños, adolescentes y adultos jóvenes, señala la Clínica Cleveland . Sin embargo, debido a que el apretar la mandíbula ocurre con tanta frecuencia mientras alguien está dormido, es difícil para los expertos determinar exactamente cuántas personas se ven afectadas.
Sí, somos conscientes de que apretar la mandíbula debido al estrés y la ansiedad está bastante extendido. Según el doctor David H. Rosmarin, profesor asociado de Psiquiatría en la Facultad de Medicina de Harvard y fundador del Centro para la Ansiedad, “si la gente no maneja la ansiedad de forma saludable, el cuerpo lleva la cuenta y se aferra al estrés, llegando incluso a apretar la mandíbula.”
En situaciones de estrés o cuando se está nervioso, una persona puede apretar inconscientemente la mandíbula durante el día. “Se cree que el bruxismo despierto está causado por el estrés, la ansiedad, la frustración, la tensión o la ira”, dice Deanna Snitzer, DDS, dentista de Salinas, California, y portavoz nacional de la Academia de Odontología General. “A veces es un hábito asociado a la concentración profunda en una tarea específica”.
Por la noche, alguien que ha estado absorbiendo mucho estrés durante el día podría apretar la mandíbula por la noche. Ambas situaciones son una respuesta corporal a una mente abrumada, explica Rosmarin.
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El bruxismo afecta mucho más que solo la mandíbula: los dientes, la cabeza y la cara también pueden verse afectados. Estos síntomas tan variados son una de las razones por las que apretar la mandíbula puede ser difícil de diagnosticar, además del hecho de que suele ocurrir cuando alguien está inconsciente o no se da cuenta de que lo está haciendo. Por eso es aún más importante estar atento a las señales que se enumeran a continuación.
Si ha estado apretando la mandíbula, puede notar signos de rechinar los dientes como:
Consejo profesional: si aprietas la mandíbula, es muy probable que también tengas el suelo pélvico tenso, porque (sorpresa) existe una conexión entre la mandíbula y el suelo pélvico .
Muchas personas abandonan el hábito de apretar la mandíbula, especialmente los niños, y a veces la afección no causa efectos secundarios perceptibles. Sin embargo, para aquellos con casos más problemáticos, no existe un tratamiento o cura específico.
Si apretar la mandíbula daña los dientes, tu dentista puede recetarte un protector bucal, pero el bruxismo causado por el estrés requiere tiempo para abordarse. “No hay una solución inmediata”, dice Rosmarin.
Aun así, hay algunas cosas que puedes hacer para ayudar a aliviar la tensión de la mandíbula y facilitar el rechinamiento.
Según el Dr. Snitzer, lo mejor para aliviar el rechinamiento de dientes es acudir a un dentista general. Hay que evaluar a los pacientes para determinar los factores concretos que provocan el bruxismo, diagnosticarlos y darles el tratamiento más adecuado a sus necesidades individuales.
Sí, comprendemos lo difícil que puede ser, pero reducir el estrés puede mejorar muchos problemas. Según Rosmarin, la gente tiende a considerar los efectos físicos del estrés y la ansiedad como un problema médico, cuando en realidad tiene su origen en factores emocionales y de comportamiento. En lugar de limitarse a tratar los síntomas, es importante abordar la raíz del problema.
Esto puede implicar desarrollar tácticas para relajarte a lo largo del día, como incorporar la meditación consciente y ejercicios de respiración profunda, dedicar tiempo a la actividad física, hacer revisiones de tu carga de trabajo u horario si es necesario, y consultar potencialmente con un terapeuta titulado.
Algunas investigaciones sugieren que este tipo de terapia, en la que un médico certificado utiliza un instrumento electrónico para medir la actividad muscular, puede ser útil para las personas con bruxismo despierto. La idea es que al ser más consciente de los movimientos de los músculos de la mandíbula, podrás controlar mejor el comportamiento de apretar los dientes a lo largo del día.
A algunas personas les resulta útil tener un diario a mano y tomar notas cuando notan que aprietan la mandíbula. Esto podría hacer que sea más fácil identificar situaciones que provocan estrés y que ocurren con regularidad (por ejemplo, tal vez notes que aprietas la mandíbula con frecuencia cuando te enfrentas a una fecha límite de trabajo). Si observa algún patrón, puede comenzar a realizar cambios para abordarlo.
Si tu dentista confirma que padeces bruxismo, pídele que te muestre la mejor forma de relajar la boca y la mandíbula para aliviar la tensión y las molestias. Según Johns Hopkins Medicine, a algunas personas también les puede resultar útil apoyar la lengua contra la mandíbula con los labios cerrados y los dientes separados.
El tabaquismo, el alcohol y la cafeína se han relacionado con el bruxismo nocturno, por lo que los expertos recomiendan evitar estas sustancias durante el día si eres propenso a apretar los dientes por la noche.
Con información d e Well+Good
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