Derivado de enfermedades de alta prevalencia en México como diabetes e hipertensión arterial, infinidad de mexicanos desconocen que están en riesgo o ya presentan pérdida gradual de la función renal, condición que ocupa la 10º causa de mortalidad en población adulta en el país. La enfermedad renal crónica (ERC) avanza en el mundo. Un reporte de 2022 reveló que 843 millones de personas padecen algún grado de daño renal, así que se posiciona como la 12a causa de muerte en el orbe. El mismo reporte dejó ver que si no se realizan ajustes de diversa índole, 1 de cada 10 personas tendrá problemas renales en el futuro.
Dado que los riñones son capaces de compensar la pérdida progresiva de su función por largo tiempo, por lo general la ERC pasa desapercibida varios años. “Sus signos y síntomas aparecen cuando existe un daño irreversible”, expresó Karla del Castillo, maestra en Nutrición Clínica por el Instituto Nacional de Salud Pública.
Ante esta amenaza silenciosa, los especialistas llaman a la población en general a la realización de chequeos periódicos para prevenir su aparición, pues los tratamientos de sustitución renal son complejos y requieren rigurosas medidas sanitarias para prevenir infecciones que pueden ser mortales.
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Diagnóstico temprano, la clave
Ante esta patología, el diagnóstico temprano es clave, ya que los riñones, a diferencia de lo que se cree, ‘no duelen’. Así lo advierte el doctor Sergio Hernández, médico internista y nefrólogo, quien subraya la importancia de la prevención y el cuidado renal, ya que la ERC no solo afecta a quien la padece, sino también a sus familias y al sistema de salud.
En 2024, el gasto médico médico en salud por persona fue de 8,966 dólares en la Secretaría de Salud y de 9,091 dólares en el IMSS, precisó este médico internista.
Hernández, director médico de Médica Santa Carmen, institución especializada en enfermedad renal, explica que la ERC no siempre muestra síntomas claros, pero algunos signos de alerta son:
- Fatiga
- Hinchazón en tobillos y pies
- Necesidad frecuente de orinar, sobre todo por la noche
- Náuseas
- Pérdida de apetito
- Cambios en la piel (textura o coloración)
- Problemas de concentración
- Dolores de cabeza
- Dificultades para dormir como insomnio o apnea del sueño
Los grupos que deben tener mayor precaución para no desarrollar enfermedad renal crónica incluyen personas con antecedentes familiares de problemas renales, aquellas que padecen hipertensión arterial, diabetes o enfermedades cardiovasculares.
También están en riesgo quienes tienen sobrepeso u obesidad, los fumadores y las personas mayores de 60 años. Estos grupos deben prestar especial atención a su salud renal, adoptando hábitos saludables y realizándose chequeos médicos regulares para detectar cualquier anomalía a tiempo.
“Las personas que padecen diabetes deben estar más vigiladas. Las personas que tienen más de 15 años con diabetes corren el riesgo de tener implicaciones renales, así que lo mejor es ocuparse de eso antes de que aparezca el daño”, precisa el nefrólogo.
La detección temprana es simple
Una detección temprana permite a los médicos intervenir de manera oportuna, ayudando al paciente a perder peso, controlar mejor la diabetes y regular la presión arterial.
“Esta detección también facilitaría la planificación y asignación de recursos en las comunidades con mayor prevalencia de problemas renales”, señala el doctor Sergio Hernández.
Durante una visita a las instalaciones de Médica Santa Carmen dentro del Centro Médico ABC, Campus Santa Fe, el doctor Hernández Estrada explicó que para detectar oportunamente la ERC se realizan algunos estudios sencillos y de fácil acceso como son la medición de creatinina y urea en un análisis de sangre, además de un examen general de orina con la inherente valoración médica oportuna donde se interroga dirigidamente al paciente y se realiza una exploración física.
“Los estudios y exámenes deben ser realizados y evaluados por un médico especialista en Nefrología, por lo que, si se tiene sospechas de la existencia de la enfermedad renal crónica o presenta síntomas relacionados, es fundamental buscar la atención médica para un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento adecuado y personalizado”.
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También señaló que los servicios de sustitución renal, como la hemodiálisis, requieren estrictos protocolos de seguridad para evitar complicaciones graves, incluyendo infecciones potencialmente mortales. Además, destacó que para evaluar la calidad de una clínica de hemodiálisis, no basta con la tecnología y el personal capacitado; es esencial revisar su infraestructura, los procesos establecidos y los resultados obtenidos a lo largo del tiempo.
Si no se modifican los hábitos de vida, como mejorar la alimentación, aumentar la actividad física y controlar enfermedades como la diabetes y la hipertensión, la enfermedad renal crónica se convertirá en la quinta causa de muerte a nivel global para el año 2040. La falta de prevención y cuidado de la salud renal incrementará el riesgo de desarrollar esta enfermedad, que ya afecta a millones de personas en todo el mundo, poniendo una presión enorme sobre los sistemas de salud.