Chile en nogada, una tradición sin registro
En exclusiva para Selecciones, el historiador gastronómico Ricardo Bonilla nos platica los diferentes mitos sobre la creación de este patriótico platillo.
Entre esas historias de dominio popular está el de Agustín de Iturbide, quien hizo este platillo famoso porque quedó fascinado con el sazón de las madres agustinas, quienes cocinaron para él en su paso hacia la Ciudad de México. Sin embargo, no hay algún registro histórico al respecto.
Este platillo originalmente era un postre virreinal, y nació en una ranchería aristócrata de los alrededores de la Angelópolis de Puebla. En las investigaciones actuales, platica Ricardo, se revela que la receta tiene mayor antigüedad de lo que se imaginaba. El recetario más viejo que incluye este platilllo está en posesión de la familia Traslosheros, la cual a mantenido la tradición de la elaboración de estas recetas de generación en generación.
La primera familia en recrear la receta fue la señora Azcárate Pérez de Traslosheros en el siglo XVIII. Aunque laversión original ha tenido diferentes variaciones en su preparación, dada la evolución de ser un postre a un platillo fuerte con toques salados, se mantiene el mayor número de ingredientes que se enlistan en aquel documento.
Pero fueron las madres de Santa Mónica quienes popularizaron este manjar colonial, pues lo acostumbraban a servir el día de la celebración de San Agustín, el 28 de agosto.
Este platillo es ideal en fechas patrias no sólo porque emplea productos que están en su mejor temporada en la época de lluvias, sino porque lleva en sus colores el significado del movimiento independentista del ejército trigarante: el verde del chile representa el territorio que está independizándose, el rojo la unidad y la sangre derramada por todos los mexicanos, y el blanco la iglesia romana católica y apostólica.
Después de darte el recorrido histórico del chile en nogada y el significado de su emplataje, te dejamos la receta que el chef ejecutivo de Grupo Garabatos, Leonardo Pérez, nos comparte para que lo hagas tú mismo.
Asar los chiles directamente al fuego hasta que ese queme la piel, colocarlos en bolsa y reposarlos por 15 minutos. Limpiar los chiles haciendo una abertura de un solo lado, retirar las semillas, las venas, y finalmente reservarlos para rellenarlos.
Licuar todos los ingredientes: Leche, crema, nuez, queso crema, consomé en polvo, azúcar y sal.
Limpiar la granada y desinfectar el perejil.
Rellenar el chile con la carne ya preparada y bañar con la salsa de nuez. Decorar con la granada y las hojas de perejil.
¿Disfrutas de este platillo en la temporada?