Combate la tos de forma natural con jarabe de cebolla

Todos hemos experimentado cómo la tos puede persistir mucho después de que haya pasado el resfriado o la gripe. Aquí tenemos algunos consejos sobre cómo hacer un jarabe de cebolla casero que puede ayudar a aliviarla. Y si quieres leer que otro alimento combate la tos checa esto: Alimentos eficaces para calmar la tos

Y es que como ya te lo hemos comentado en otros artículos, la cebolla además de ser parte de muchos platillos es un excelente remedio natural para muchos males. Comparte ciertos componentes con el ajo, como son la vitamina C, los minerales, los flavonoides y un aceite esencial.

Su capacidad expectorante, antiinflamatoria, antibacterial y antimicótica es mucho más efectiva después de molerla o aplastarla. Además contiene compuestos sulfurados y antioxidantes que pueden ayudar a disminuir la congestión y facilitan la eliminación de mucosidad.

Para preparar el jarabe natural de cebolla necesitas:

Ingredientes

1 cebolla grande.
2 – 3 cucharadas de azúcar o miel.

Preparación

Pelar la cebolla y cortarla en rodajas finas o cubos.
Colocar las rodajas o cubos de cebolla en un recipiente de vidrio.
A continuación espolvorear el azúcar (o verter la miel) sobre la cebolla.
Cubrir completamente las rodajas o cubos.
Colocar una tapa y dejar reposar a temperatura ambiente la preparación al menos 12 horas.
Pasado el tiempo de reposo, la cebolla habrá soltado su jugo, el cual se mezcla con el azúcar o la miel, y de esa manera se forma un jarabe.
Para obtenerlo de la manera correcta debe colarse el líquido y almacenarlo en un recipiente limpio, preferiblemente de vidrio, en el refrigerador.

Según el remedio tradicional, hay que tomar una cucharada del jarabe varias veces al día. Se aconseja consumir el jarabe en los 2 ó 3 días siguientes a su preparación, debido a la composición de sus ingredientes.

Un complemento para combatir la tos

Cabe mencionar que este remedio puede servir como complemento para aliviar los síntomas de la tos y la continuación de los síntomas del resfriado. Sin embargo, no sustituye al tratamiento médico profesional en caso de afecciones respiratorias graves o persistentes.

Otros beneficios de la cebolla

Mejora la digestión: Estimula la producción de jugos gástricos, favoreciendo la digestión y absorción de nutrientes.
Reduce la presión arterial: Dilata los vasos sanguíneos y mejora la circulación, lo que ayuda a disminuir la presión arterial.
Combate la inflamación: Sus propiedades antiinflamatorias ayudan a reducir la inflamación en el cuerpo, aliviando dolores articulares y otros síntomas.
Disminuye el colesterol: Los compuestos azufrados presentes en la cebolla ayudan a reducir el colesterol malo (LDL) y aumentar el colesterol bueno (HDL).
Previene el asma e infartos: Sus propiedades antioxidantes protegen las células del daño oxidativo, lo que puede prevenir enfermedades como el asma y los infartos.
En épocas de frío: Ayuda a combatir resfriados e infecciones gracias a sus propiedades antibacterianas y antivirales.
Alivia las picaduras de insectos: El líquido que emana de la cebolla puede aliviar la picazón y la inflamación causadas por picaduras de insectos.
Calma dolores de garganta: Tomar el jugo de una cebolla puede ser un remedio efectivo para calmar dolores de garganta.