¿Cómo afecta a los niños un divorcio violento?
De cada 10 parejas en proceso de divorcio, ocho llegan a terapia con un grado muy alto de agresividad hacia su ex pareja y hacia sus hijos.
Ocho de cada diez parejas en proceso de divorcio llegan a terapia con un grado muy de alto de agresividad hacia su ex pareja y hacia sus hijos.
El grado de agresión que viven las familias que están pasando por un proceso de divorcio puede ser alarmante. “Los padres de familia no se dan cuenta del daño que les causan a los niños pequeños e incluso a los adolescentes. Los menores no pueden procesar esos niveles de agresión, no entienden lo que sucede y en la mayoría de las ocasiones se culpan por ello, lo cual es ciertamente injusto. En un proceso de terapia psicológica uno de los grandes objetivos es precisamente detener la violencia y, concientizar a las padres del daño que están haciendo a sus hijos”, explicó Claudia Sotelo Arias, directora del Centro de Especialización de Estudios Psicológicos en la Infancia (CEEPI)
Según datos del Centro, ocho de cada diez parejas con hijos y que viven un proceso de divorcio presentan índices de agresión muy altos; en casi todos los casos, los hijos se sienten responsables de tal separación y cuatro de cada diez papás o mamás los utilizan para agredir a su contraparte.
Algunas de las consecuencias que padecen los niños son:
A largo plazo podrían guardar mucho resentimiento a sus padres y les puede costar trabajo entablar relaciones de pareja o amistosas porque no tienen confianza en los demás.
“Es fundamental que acudan a terapia psicológica. El objetivo es deslindar al niño del conflicto, lo cual puede lograrse rápidamente. Lo más complicado es que los padres tomen conciencia del daño que le están haciendo a sus hijos y que comprendan que se divorcian de su pareja, pero no de sus hijos.”, concluyó Claudia Sotelo Arias.