¿Cómo controlar los talones secos?
Existen varias medidas de autocuidado que se pueden tomar desde casa para aliviar la sequedad y sanar las grietas que se hacen en los talones.
Existen varias medidas de autocuidado que se pueden tomar desde casa para aliviar la sequedad y sanar las grietas de la piel. Es normal que la piel seca de los talones se endurezca y agriete, especialmente cuando el clima es frío o seco.
Cuando la piel se seca en el borde del pie o cuando la almohadilla adiposa está sometida a mayor presión y eso parte la piel del talón la piel del pie tiende a resecarse.
Hay varios factores que aumentan el riesgo de agrietamiento de los talones y, entre ellos, están la obesidad, usar zapatos abiertos como sandalias o por tener la piel fría y reseca. La fricción con los zapatos también puede empeorar tanto la sequedad de la piel como su agrietamiento.
La piel tiende a secarse en el invierno, cuando la humedad es baja y la temperatura exterior es fría. La exposición regular de la piel de los pies al agua caliente de la regadera también puede resecar la piel, sobre todo si no se la humecta dentro de los primeros 10 minutos de salir de la ducha o del baño.
Los jabones y los detergentes fuertes, por su parte, pueden dañar la barrera natural de la piel y hacer que esta pierda agua, lo cual agrava el problema.
Asimismo, algunas afecciones de la piel, como eccema y psoriasis, pueden llevar a la presencia de grietas en los talones.
Después de la menopausia, algunas mujeres pueden tener más propensión a una afección conocida como “queratodermia adquirida”, trastorno dérmico que puede llevar a grietas en la piel de los talones y otras partes del cuerpo. En esos casos, se puede recomendar un ungüento tópico con estrógeno para ayudar a que la piel afectada sane.
Los humectantes crean un sello sobre la piel que impide el escape del agua y la sequedad de la piel. Humecta tu piel con toda la frecuencia que puedas, especialmente antes de acostarte, y luego ponte un par de calcetines para sellar la humedad durante toda la noche.
Otra manera de reducir la sequedad de la piel es usar solo jabones suaves para los pies, bañarse con agua tibia (no caliente) y remojar los pies en agua pura o jabonosa durante 20 minutos, secarlos suavemente con palmaditas y luego aplicarles de inmediato el humectante.
Después de remojar los pies, una esponja vegetal o un estropajo para pies pueden ayudar a sacar la piel muerta de los talones. Sin embargo, úsalos aplicando solo poca presión y no olvides limpiar y secar la esponja vegetal o el estropajo después de cada uso.
Si estas medidas de autocuidado no te ayudan o si tus talones se hinchan o inflaman, consulta a tu médico o dermatólogo, pues posiblemente necesites un ungüento de venta bajo receta médica con humectantes más fuertes o una crema con esteroides para aliviar la inflamación.
El proveedor de atención médica podría recomendarte vendas o un pegamento para tejidos a fin de proteger la piel e impedir que se separen los bordes de las grietas y darles la oportunidad de cicatrizar.
En algunos casos, la piel seca y agrietada puede indicar la presencia de un problema de salud más grave, como diabetes o pérdida de la función nerviosa. Si sospechas que tienes una enfermedad escondida, consulta a tu médico para ver si es necesario evaluar más a fondo la situación.
Fuente. Mayo Clinic