Una de las interrogantes en, como a la Luna o Marte, es sin duda ¿cómo podrán abastecerse y sobrevivir los astronautas en misiones de larga duración a cuerpos como la Luna o Marte sin recurrir al abastecimiento desde la Tierra?
Una respuesta es la que puede dar el proyecto HOBI-WAN (bacterias oxidantes de hidrógeno en condiciones de ingravidez como fuente de nutrición), el cual es financiado por la Agencia Espacial Europea (ESA) a través del misiones largas
Este tiene el objetivo de probar por primera vez el innovador método en condiciones de microgravedad a bordo de la Estación Espacial Internacional y más allá.
Fue OHB System AG la seleccionada como contratista principal del proyecto que se llevará a cabo en colaboración con Solar Foods, una empresa finlandesa de tecnología alimentaria para desarrollar la tecnología de fermentación de gas Solein, compatible con el espacio.
Este proyecto es importante porque en los casos en que los depósitos de los alimentos previamente instalados o las misiones de restablecimiento continuo desde la Tierra son poco prácticos, requieren muchos recursos o son técnicamente inviables, por lo que se necesitan opciones rentables.
Estas también pueden contribuir a sistemas de soporte vital y reciclaje más avanzados para futuras plataformas de la exploración espacial tripulada más allá de la órbita terrestre baja.
El proyecto HOBI-WAN tiene como objetivo validar los procesos básicos y determinar si la producción del polvo rico en proteínas también puede funcionar en condiciones de microgravedad.
Búsqueda de un sistema compacto y autónomo que funcione en el espacio.
Se busca contar con una fuente de nutrientes que sirva a los astronautas a poder desempeñar misiones largas como un viaje a la Luna o Marte. | Foto: Pexels.
La tecnología de bioprocesos de Solar Foods tiene que traducirse en un sistema compacto y autónomo que pueda funcionar de forma fiable en el espacio; por ejemplo, unos cartuchos especiales deben inyectar gases sin que se escape ningún fluido, siendo este un aspecto crítico, especialmente teniendo en cuenta el potencial explosivo de las mezclas de hidrógeno y oxígeno.
La caja de experimentos contendrá a tres separados y los astronautas deberán extraer muestras durante la misión.
La primera fase del proyecto será de ocho meses y se centrará en el desarrollo de un método científico terrestre de la tecnología de producción de Solein; esto continuaría en una segunda fase dedicada a la fabricación, prueba y lanzamiento del equipo de vuelo real.
El demostrador tecnológico se basa en el siguiente principio: un bioreactor, una solución nutriva que contiene un cultivo bacteriano, se alimenta con hidrógeno, oxígeno y dióxido de carbono gaseosos que se suministran desde tanques de almacenamiento.
En el futuro, el proceso podría aplicarse a mayor escala utilizando el hidrógeno, oxígeno y el dióxido de carbono producidos por la tripulación y el sistema de soporte vital del hábitat, con una mayor eficiencia en el reciclaje de los recursos que el sistema de soporte vital que se utiliza actualmente en la EEI.
Solein es el nombre del polvo rico en proteínas que no requiere tierra de cultivo o luz solar y se cultiva a partir de la Xanthobacter. El experimento se llevará a cabo en un compartimiento estándar de la cubierta intermedia que incluirá todos los componentes necesarios para el biorreactor, como una incubadora, sensores, unidades de control y sistemas de extracción de muestras.
Angelique Van Ombergen, científica jefe de Exploración de la ESA, señala que el proyecto tiene como objetivo desarrollar un recurso clave que permita mejorar la autonomía y resiliencia de los vuelos espaciales tripulados, así como el bienestar de los astronautas.
Y es que para que se puedan realizar misiones de larga duración, incluso a cuerpos celestes cercanos como la Luna y Marte, serán necesarias soluciones innovadoras y sostenibles que permitan sobrevivir con recursos limitados, y con el proyecto la agencia está desarrollando una capacidad clave para la futura exploración espacial.