Si tu perro hace esto, son signos de que está envejeciendo
Puede que tu perro esté envejeciendo y no lo notes a simple vista. Los síntomas pueden ser discretos, debes observar más el comportamiento de tu perro.
Puede que tu perro esté envejeciendo y no lo notes a simple vista. A veces los síntomas son discretos, por tal razón debes ser más observador respecto al comportamiento de tu perro.
Debes ser consciente de los problemas de salud que puede tener su perro en esta etapa y sobre todo, paciencia, ya que el perro dependerá un poco más de ti.
Si notas que tu perro muestra alguno o varios de los siguientes síntomas, tal vez sea momento de anticiparse y mejorar las condiciones de vida de tu mascota.
Lo mismo que pasa con las personas, los perros viejos van cambiando el color de su pelaje y comienzan a aparecer canas, sobre todo en su rostro.
Iremos viendo como el animal ya no corre ni se mueve de una forma tan activa como lo hacía antes.
Las articulaciones y musculatura de nuestra mascota ya no son las mismas que cuando era joven. Por ello, algunos movimientos como subir a la cama pueden ser incómodos y nuestro perro puede negarse a realizarlas.
Dormirá o descansará en tiempos más prolongados a lo habitual.
La memoria fallará y nuestra mascota olvidará donde está la comida y los horarios y sitios para hacer del baño. Probablemente ya no podrá hacerlo e iremos encontrando pequeños charquitos por la casa.
En los perros mayores se presentan con mayor frecuencia la agresión y podría ser completamente inusual a su comportamiento normal.
Podría haber cambios en la calidad y el brillo del pelaje. Una capa delgada se establece y podría no ser tan brillante como la que solía ser.
Si sigues alimentando a tu perro la misma cantidad de alimento que le dabas cuando joven, seguramente engordará. La obesidad en los perros más viejos es una cosa que tienes que tener en cuenta.
Si el perro sufre pérdida repentina de peso o sobrepeso, acude al veterinario para que te aconseje.
Los perros de edad avanzada presentan síntomas como cataratas, sordera, dolor en las articulaciones, problemas dentales, falta de movilidad e incontinencia.
Es preciso tener mucha paciencia con el animal. Seguir con los paseos diarios, aunque más cortos y continuos, y entender que nuestro amigo ya no es tan vital como antes.
Con información de Mis Animales