¿Te has encontrado en situaciones como estas? Tu compañero de trabajo te pide ayuda con un proyecto, y aunque estás abrumado, aceptas y terminas trabajando hasta tarde. En un restaurante, no recibes el plato que pediste, pero te lo comes sin quejarte para no molestar al camarero.
O tu familia te invita a una reunión de última hora, y aunque necesitas un respiro, aceptas porque te sientes mal al decir que no. Si te identificas con estos escenarios, podrías estar luchando contra el comportamiento complaciente.
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¿Qué es complacer a los demás?
Complacer a los demás ocurre cuando priorizas las necesidades de otros sobre las tuyas, incluso cuando te agota. Denise Black, trabajadora social de Banner Health, explica: “Ser complaciente no es un diagnóstico médico, sino un rasgo de personalidad que te lleva a esforzarte constantemente por hacer felices a los demás, incluso a costa de tus propias necesidades”.
Aunque la amabilidad y la generosidad son cualidades positivas, complacer a los demás de manera constante puede generar estrés, agotamiento, resentimiento y frustración. Este comportamiento suele estar impulsado por el miedo al rechazo, la necesidad de aprobación o la evitación de conflictos.
Las raíces del comportamiento complaciente
Según Black, este patrón suele comenzar en la infancia. Recibir elogios por ser “bueno” o sentir que solo eres querido cuando complaces a otros puede llevarte a ignorar tus propias necesidades. Además, la sociedad refuerza estas conductas al valorar el altruismo y desalentar la asertividad.
Algunas causas comunes incluyen:
- Ansiedad: Evitar conflictos o buscar encajar.
- Trauma: Buscar aprobación o admiración como respuesta al trauma.
- Baja autoestima: Sentir que no mereces tanto como los demás.
- Cultura: Expectativas culturales que enseñan a poner a los otros primero.
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El impacto en la salud mental y física
Complacer a los demás puede afectar gravemente tu bienestar. A nivel mental, puede aumentar la ansiedad, el estrés y el agotamiento emocional. Físicamente, puede manifestarse en dolores de cabeza, problemas digestivos, fatiga y dificultades para dormir. Ignorar tus necesidades durante demasiado tiempo puede llevarte al agotamiento, dejándote vacío y desconectado de tu verdadero yo.
Cómo liberarte de este patrón
Si reconoces este comportamiento en ti, hay pasos que puedes tomar para cambiar:
- Establece límites: Practica decir “no” en situaciones pequeñas y avanza hacia situaciones más significativas.
- Toma decisiones por tu cuenta: Desarrolla confianza al tomar decisiones independientes.
- Prioriza el cuidado personal: Dedica tiempo a pasatiempos, mindfulness o simplemente descansar.
- Practica la asertividad: Expresa tus pensamientos y necesidades con claridad y respeto.
Cuándo buscar ayuda profesional
Si complacer a los demás está afectando tus relaciones, trabajo o salud mental, es momento de buscar ayuda. La terapia cognitivo-conductual (TCC) puede ayudarte a reconocer y modificar patrones de pensamiento negativos, fortalecer tu autoestima y establecer límites saludables.
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El resultado final
Complacer a los demás no tiene por qué controlar tu vida. Al comprender sus causas y tomar medidas para priorizarte, puedes construir relaciones más equilibradas y saludables. Recuerda: está bien decir “no” y está bien ponerte primero. Si necesitas apoyo, busca ayuda profesional y comienza tu camino hacia una vida más plena.