Hay pocas cosas más frustrantes que intentar recordar algo y no poder hacerlo. Con el paso de los años se produce cierto deterioro en algunas capacidades de nuestro sistema nervioso, como es el caso de la memoria lo que nos lleva a olvidar ciertas cosas.
Y a pesar de que esto normalmente es asociado con la vejez, los jóvenes y adultos también llegan a tener estos padecimientos, los cuales podrían escalar a otras cosas.
Un estudio realizado por los neurólogos Elizabeth Kensinger y Andrew Budson y publicado en la revista The Harvard Gazette revelan algunos consejos con los que podemos combatir estas señales, y así poder procesar con mayor facilidad la información que entra en nuestro cerebro.
Se sabe que la memoria y la capacidad de recordar se va perdiendo con el paso de los años y la pérdida de memoria puede llegar a ser muy notable en las personas de edad avanzada, es por ello que los especialistas piden poner énfasis en el entrenamiento del cerebro.
De acuerdo a los especialistas, los fallos en la memoria ocurren por un error en alguna de las fases que dan acceso a ellos, como la codificación y el almacenamiento.
Una de las claves que dan para poder recordar con facilidad es “dormir lo suficiente es una de las cosas más importantes que podemos hacer”, indica Kesinger.
Lo denominan el método FOUR, cuyas siglas hacen referencia a enfocarse, organizar, entender y relacionar (focus, organize, understand and relate, en inglés), que son los cuatro pasos críticos necesarios para conseguir codificar información en la memoria.
“Olvidar es importante”, y no hacerlo “sería ineficiente”, asegura Kesinger en dicha entrevista, subrayando que “la memoria es un proceso activo y laborioso” que requiere “esforzarnos para reconstruir”.
Los autores del método admite que “es mucho más fácil decirlo que hacerlo”. “A menudo, cuando alguien dice: ‘Fui a una fiesta, y conocí a todas estas personas, y no recuerdo ninguno de sus nombres’.El colapso fue en esa primera etapa, no prestando suficiente atención”, explica Kesinger. “En el momento de la recuperación, también podemos tener fallas. Por ejemplo, cuando estás mirando la cara de alguien, y sabes el nombre de esa persona, pero justo en ese momento no eres capaz de recordarlo“, explican.
En estos casos, conviene evitar generar posibles respuestas aleatorias. En su lugar, siempre será mejor “utilizar pistas generales de recuperación”, como podría ser la última vez que coincidiste con esa persona, “el contexto y las posibles conexiones o relaciones”.
Aunque pueda parecer una obviedad, los expertos aseguran que el hecho de llevar a la práctica este método muchas veces evita que protagonices un momento vergonzoso o simplemente, que te quedes en blanco en el momento más inoportuno.
Los fallos de memoria se suelen dar cuando se produce un error en cualquiera de las diferentes fases que permiten que tengamos acceso a esos recuerdos, como son la codificación, el almacenamiento y recordar esa información. En este sentido, Kesinger señalaba que “dormir lo suficiente es una de las cosas más importantes que podemos hacer”.
“El sueño nos ayuda a eliminar la proteína beta amiloide durante la noche. Se cree que esta proteína desencadena la demencia de la enfermedad de Alzheimer”, apunta Budson al respecto, quien también aconseja “comer bien, hacer ejercicio, mantenerse cognitivamente estimulado, mantenerse socialmente activo y dormir”. Y para quienes tengan miedo a perder memoria por anotar cosas importantes, una llamada a la calma: él mismo usa calendarios, planificadores, listas y anota sus contraseñas, porque “no hay nada malo en externalizar la memoria”.
Fuente: Why we remember — and forget. And what we can do about it