¿Sabías que algo tan simple como incluir más pescado en tu dieta podría tener un impacto profundo en enfermedades autoinmunes como la esclerosis múltiple (EM)? Un estudio reciente, publicado en enero de 2025, ha revelado que el consumo regular de pescado, tanto graso como magro, está asociado con una menor progresión de la discapacidad en pacientes con EM.
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Este hallazgo no solo refuerza la importancia de la nutrición en el manejo de enfermedades crónicas, sino que también abre nuevas puertas para entender cómo la dieta puede modular la inflamación y mejorar la calidad de vida. ¿Quieres saber más sobre cómo el pescado podría ser tu aliado en la lucha contra los síntomas autoinmunes? Sigue leyendo.
Las enfermedades autoinmunes, como la esclerosis múltiple, están fuertemente vinculadas a la inflamación crónica. Un factor clave que contribuye a esta inflamación es el patrón dietético. Estudios previos, como uno realizado en Italia en 2022, ya habían sugerido que la dieta mediterránea, rica en pescado, se correlaciona con un menor estado de discapacidad en pacientes con EM. Este nuevo estudio, liderado por investigadores de Suecia y China, profundiza en esta conexión, centrándose específicamente en el consumo de pescado y sus efectos sobre la progresión de la enfermedad.
El estudio, publicado en una revista revisada por pares, siguió a 2.880 pacientes con EM recién diagnosticados entre 2005 y 2015. En 2021, estos pacientes completaron un cuestionario digital para rastrear cambios en su estilo de vida, incluyendo hábitos alimenticios. De los 1.719 participantes que completaron el cuestionario, se observó que aquellos que consumían más pescado, tanto graso como magro, experimentaban una menor progresión de la discapacidad, medida por la Escala Expandida del Estado de Discapacidad (EDSS).
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Los ácidos grasos omega-3 y la taurina son dos nutrientes clave que se encuentran en el pescado y que podrían explicar sus beneficios. Los omega-3, predominantemente presentes en el pescado graso, son conocidos por reducir la inflamación y proteger las neuronas. La taurina, un aminoácido que se encuentra en ambos tipos de pescado, también tiene propiedades neuroprotectoras y antiinflamatorias.
Este estudio no solo refuerza la importancia de una dieta rica en pescado para pacientes con EM, sino que también sugiere que la nutrición puede ser una herramienta poderosa en el manejo de otras enfermedades autoinmunes. Además, destaca el papel de la microbiota intestinal como un mediador clave en la relación entre la dieta y la salud.
El consumo regular de pescado, tanto graso como magro, podría ser una estrategia efectiva para ralentizar la progresión de la discapacidad en pacientes con esclerosis múltiple. Este estudio, respaldado por datos sólidos y un enfoque multidisciplinario, abre nuevas perspectivas sobre cómo la nutrición puede influir en la salud autoinmune. Si estás buscando una manera natural de mejorar tu calidad de vida, considera incluir más pescado en tu dieta.
Tomado de The Healthy.com New Study: Eating More of This Protein Could Slow Autoimmune Symptoms