Estos detalles harán que tu matrimonio sea más feliz
No son los diamantes ni las flores los que hacen un matrimonio feliz, sino las pequeñas cosas, y seguir estos pequeños y sencillos consejos.
Siempre agradecemos a los demás por sus cortesías o atenciones, pero ¿le agradeces a tu pareja? Para evitar darse el uno al otro por sentado, trata de mostrar tu agradecimiento por lo menos una vez al día.
Dilo con toda la intención, aunque sea en respuesta a algo que es “responsabilidad” de tu pareja (como lavar los platos). ¡Si hay algo que aprecias, grande o pequeño, agradécelo!
Hornéale una bandeja de brownies hechos en casa. Envíale flores sólo porque si. Guarda pequeñas notas en su portafolios o bolsa o déjale mensajes privados en su correo de voz. No sólo vas a generar nuevas conexiones emocionales, sino que recordar su luna de miel, también les ayudará a volver a conectarse con esos momentos cálidos y especiales.
¿Cuándo se cortejaban el uno al otro, hablaban por horas sobre acontecimientos actuales o el significado de la vida? Y ahora parece que todo lo que hablan es la lista de comestibles o cuánto piensan gastar en un nuevo sofá. Preguntar sobre el día del otro no siempre es suficiente.
Prueba esto: Una noche mientras estén viendo la televisión o vayan en el coche, haz una observación acerca de algún tema que a tu pareja le interese o preocupe profundamente y que sea más grande que los dos: deportes, política, o cualquier cosa para hacer rodar la pelota.
¿Han acumulado unos kilos extra desde el día de su boda? Encuentren una actividad física que disfruten y hagan ejercicio juntos para hacer que tanto sus cuerpos como su matrimonio sean más saludables.
Jugar algún deporte, salir a correr o a jugar un partido de básquetbol, servirá perfecto como una oportunidad para que puedan apoyarse mutuamente mientras trabajan en su salud.
¿Tiene una gran reunión? ¿Una llamada telefónica a un cliente importante? ¿Está almorzando con un viejo amigo?
Hablar sobre los detalles diarios de sus vidas es tan importante como compartir esperanzas, sueños y miedos, así que pregúntale a tu pareja por esos detalles, pues es una gran manera de construir comprensión en la relación.
Y no olvides preguntar cómo estuvo esa reunión, llamada telefónica, o el almuerzo. Tu compromiso e interés harán que tu pareja se sienta amada y cuidada.
Si están en una fiesta, una reunión de negocios, o simplemente paseando por la calle, dale señales sutiles de su conexión de pareja. Sostén su mano. Sonríele. Pon tu brazo alrededor. Y nunca, nunca, te burles de tu pareja en público.
Cuando tú y tu pareja estén en desacuerdo o a punto de una discusión, pregúntale si le gustaría ir a dar un paseo. Estar al aire libre y caminar a un ritmo constante puede acabar con la tensión, por lo que es más fácil hablar honestamente, crear compromisos o disculparse.
¿Tu pareja dejó la toalla húmeda en el piso? Resiste el deseo de quejarte y de pelear. Si bien es irritante, sin duda sucederá de nuevo… y otra vez… y otra vez. En su lugar, recita esta oración de serenidad modificada: “Acepto las cosas que no puedo cambiar”. Te sorprenderás de la rapidez con que tu resentimiento se desvanece.
Otro consejo: Trata de expresar tus inconformidades a la misma hora cada semana en una reunión formal (sin TV o teléfonos). Si discutes por lo que te molesta de una manera estructurada y formal, los problemas no surgirán con tanta frecuencia en otros momentos, y si lo hacen, podrán discutirlos con más calma.
“¿Podrías colgar una repisa? ¿Cortar el césped? ¿Lavar una carga de ropa?” Asegúrate de preguntar, en lugar de exigir. Todos tendemos a responder mejor a las solicitudes que a las órdenes.
Por ejemplo, en lugar de decir: “Deberías…”, dile, “¿Podrías…?”. Y en lugar de decir: “¿Por qué no…?”, intenta con algo como “La próxima vez me ayudarías mucho si pudieras…”.
Acurrucarse antes de acostarse es una buena manera de terminar el día, pero es una rutina aún mejor para comenzar su mañana.
Programen su alarma cinco minutos antes de lo habitual para tener tiempo de acurrucarse. No tienen que decir ni una palabra, pero la conexión física antes de comenzar su mañana les hará sentirse más cerca y más seguros durante el resto del día.
Adelante, toma esa clase de escritura o cualquier otro interés que puedas tener fuera de los que compartes con tu pareja. Eso te hará más interesante para los demás, incluida tu pareja. Por otra parte, un poco de tiempo separados permite que ambos crezcan como individuos y reduce la presión de cada uno para llenar las necesidades del otro.
Escribe una carta de amor o un e-mail. No te preocupes si no sabes expresarte muy bien al escribir; sólo se simple y exprésate honestamente, en lugar de esforzarte mucho para hacer o decir algo romántico.
Describe cómo te hace sentir tu pareja, y menciona las cualidades específicas que aprecias o algunas manías que encuentres adorables. Recuerda los buenos tiempos juntos y describe tus esperanzas para el futuro.
Demuéstrale tu amor a tu pareja trabajando para mejorar algo sobre ti que le moleste. Por ejemplo, si tu pareja quiere que estés más saludable, trata de ir al gimnasio o tomar un paseo nocturno (preferiblemente en su compañía).
Si a tu pareja le obsesiona la limpieza, ya basta de dejar tirados tus calcetines sucios en el piso y los platos sucios en el fregadero. Decir “Te amo” siempre es agradable, pero mostrarlo es realmente fundamental.
Esta es una regla de oro: de todas tus relaciones, tu cónyuge siempre debe ir primero. Después de todo, los niños crecerán y se irán algún día; Con suerte, tu pareja no. Además, renunciar a su vida como pareja para complacer a sus hijos simplemente pronostica un futuro poco inspirador.
Pongan su matrimonio en primer lugar, lo que significa cosas como destinar deliberadamente tiempo para los dos, ya sea una cita semanal o cenar solos algunas noches a la semana (para ello, alimenten a los niños antes).
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Otra forma de pasar tiempo significativo juntos, es hacer proyectos de servicio. Dar a los demás te aleja de ti y de tus propios problemas y crea una visión más amplia y espiritual de la vida.
Reavivar tu espiritualidad o participar en una actividad física también son buenas maneras para que los dos se acerquen.
Romper una promesa puede arruinar la confianza y la unidad en la que se basa su relación. Es mejor tomar tiempo para pensar si puedes cumplir alguna promesa de manera realista antes de comprometerte a hacer algo que no podrás cumplir y dejar a tu pareja completamente desconcertada o decepcionada.
Coge una manta y miren el cielo nocturno durante una noche clara. Ni siquiera necesitan hablar, simplemente empaparse de la belleza natural juntos, es una gran experiencia de unión.
Encuentren una actividad de que disfruten y participen en ella juntos. Pueden intentar jardinería, clases de idiomas, excursiones o visitas a espectáculos de arte.
Si tu pareja aún no ha expresado ningún interés, solicítale ayuda para regar tus plantas o dile que un amigo te dio boletos para un evento. Una vez que tu pareja se involucre, podría querer hacerlo más regularmente.
Incluso si tienen diferentes gustos en los géneros, por lo general siempre se puede encontrar un terreno común. Encuentra una película de espías con una historia de amor involucrada o una película occidental con un atractivo protagonista masculino para que ambos se diviertan.
Las parejas que comparten experiencias divertidas se sienten significativamente menos tensos que las parejas que no se ríen juntos, según un estudio. Comparte una historia divertida de tu día o echa un vistazo a los chistes o videos graciosos de internet.
Si te gusta cómo tu pareja cocina los huevos revueltos perfectos o si está haciendo un gran trabajo de remodelación en la cocina, demuéstrale tu admiración.
Tus halagos son un recordatorio de que amas a tu cónyuge, y reconocer la apreciación, hará más fácil clasificar las diferencias cuando surjan.
Puede sonar poco romántico, pero programar un ambiente íntimo les ayudará a cerciorarse de que sus horarios ocupados no alteren la intimidad que es tan crucial en una relación de pareja.
Lo que pierdes en la espontaneidad se recuperará con la emoción que sientes anticipando una noche (o mañana o tarde) de hacer el amor.
Pasar un fin de semana fuera de la ciudad puede ser una aventura romántica. Dile a tu pareja que te encantaría salir juntos por unos días, y luego empiecen a planificar el viaje juntos. Los dos pueden marcar los mapas, buscar los mejores hospedajes, y reservar los restaurantes que deseen visitar.
La hora de acostarse es uno de esos raros momentos en que la casa está en silencio y ya están hechas las obligaciones del día. Por lo menos algunas noches a la semana, renuncien a la televisión o al Internet y vayan a la cama juntos.
Pasen el tiempo hablando de su día o abrazándose mientras leen sus propios libros.
Una vez al mes, asistan a un evento cultural, alternando quién de los dos tiene que elegir. Ver a tu pareja compartir una pasión contigo, será divertido para los dos, y pueden disfrutar de una noche en el teatro de la comunidad o la emoción de una carrera en moto, incluso mucho más de lo que podrías pensar.
Los pequeños detalles, no sólo son dulces signos de su amor, sino que también harán que tu pareja tenga más disposición a devolver estos gestos en el futuro.
Envíale por correo electrónico un artículo de algún tema que sabes que le interesa, trae el postre a casa para complementar su cena favorita, o dale a tu pareja el día libre de tareas, sin pedirle nada a cambio.
Su cama debe ser reservada para el sueño y el romance. Si comienzan a asociarla con quejas o problemas con los que están lidiando, lo considerarán emocionalmente inseguro y comenzarán a evitarse mutuamente.
Dejen fuera los desacuerdos antes de entrar a la recámara, o por lo menos lleguen al acuerdo de guardar la discusión hasta la mañana siguiente.
No importa cuánto ames a tu cónyuge, los amigos pueden llenar ciertas necesidades que tu pareja no puede y nunca podrá. Planea un día (o noche) con amigos o familiares.
Tomado de Reader’s Digest 28 little things you can do right now to make your marriage hapier